Desde que Pedro Sánchez ha puesto en primera plana el juicio sobre los medios de comunicación, y la nueva ley que impulsará el próximo mes de julio para acabar con los “pseudo-medios”, las noticias, entrevistas y análisis más polémicos en los medios de comunicación se analizan con detenimiento. Desde el Gobierno insisten en la existencia de una máquina del fango puesta en marcha por PP y Vox, lo que omite es que el Ejecutivo cuenta con importantes aliados en la prensa. Empezando por el diario El País.
No ha pasado inadvertida la entrevista de El País a Alvise Pérez, eurodiputado y cabeza de lista de la agrupación Se Acabó La Fiesta. Una entrevista firmada por Miguel González en la que el periodista se muestra especialmente crítico con el protagonista y que ha puesto en el centro de las críticas al diario que dirige Pepa Bueno por la tensión que se respiraba entre el periodista y Pérez.
Mientras que el discurso de Pedro Sánchez se centra en erradicar a los medios “financiados” gracias a los gobiernos del PP y Vox, El País, sigue ejerciendo como herramienta argumental para Pedro Sánchez. La tosca entrevista a Alvise Pérez que, desde el diario de Prisa han justificado como “exigencia informativa” no es el único ejemplo.
Ataques contra Ayuso
Mientras que Sánchez prepara una cruzada contra los medios que se alejan de su discurso, El País ha intentado maquillar informaciones en favor de los intereses del Gobierno. El caso más claro es el que abarca las investigaciones sobre la revelación de secretos sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
En una de sus informaciones, El País aseguraba que el fiscal general, García Ortiz, descarta dimitir si el Supremo “le imputa por desmentir los bulos del Gobierno de Ayuso”. Un discurso con el que omiten la revelación de secretos y a la vez, ataca a la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Pero hay más casos. Hace varias semanas, el diario que dirige Pepa Bueno publicaba -y mandaba como urgente- la noticia Estrangular la publicidad de las webs que difunden bulos es la mejor vía para acabar con la desinformación. La información coincidía con la campaña que Pedro Sánchez ha iniciado contra los medios “díscolos”. Primero comenzó asegurando que vigilaría a los anunciantes y después, que aplicaría modificaciones en dos leyes orgánicas fundamentales.
Son tres ejemplos, pero hay más. Por eso, son muchos los que ponen en cuestión las intenciones del Gobierno con la nueva ley que se prepara para delimitar a los medios de comunicación. ¿Persiguen realmente objetivos de veracidad y transparencia o son sólo una herramienta para callar a los que no siguen sus directrices?
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