El locutor estrella de la COPE sigue preparando, tranquilo pero sin pausa, su posible relevo. Y aunque no hay fecha programada, en el caserón de Alfonso XI se da por hecho que se hará cuando Herrera quiera. Sobre todo ahora, cuando tiene, como dicen con sorna, “un nuevo Ferrari”.
Capeada la Junta de Accionistas de Ábside Media y la actuación de Fernando Giménez Barriocanal, toda la cadena episcopal anda enfrascada en la próxima temporada. Es lo que toca, y más después del reforzamiento ‘de facto’ del consejero delegado del grupo de medios de la Iglesia, Javier Visiers.
Al final, el vasco es el que mejor parado ha salido de esas maniobras subterráneas, oscuras y pringosas que tanto gustan a algunos. Y lo ha hecho, entre otras cosas, porque -según señalan fuentes de la propia COPE- cuenta con un apoyo nada desdeñable: el de Carlos Herrera.
Visiers, según afirman en el caserón de Alfonso XI, se ha convertido en el “nuevo Ferrari” de Herrera. Una alusión que no va por el automóvil de lujo, sino por el papel que está desempeñando actualmente con el locutor y que a algunos, en el sector, les recuerda al que tuvo Javier González Ferrari años atrás.
No son pocos quienes recuerdan cómo funcionaba la dupla entre Ferrari y Herrera y establecen paralelismos con la actitud de Visiers. Una tarea que, por otra parte, le fue encomendada tiempo atrás por los prebostes de la COPE, incluido el propio Barriocanal: “A Herrera, lo que quiera”. Y en eso está Visiers.
La labor, por lo que parece, ha surtido efecto. Herrera anda feliz porque hace lo que le viene en gana; Herrera junior, tres cuartos de lo mismo y ambos tienen perspectivas de hacer traspaso de poderes cuando llegue el momento (¡ay, tron, no te comes el turrón de la mañana!). Con esos mimbres, todos contentos. Y el propio Visiers, claro, que de repente se ha visto propulsado a la ‘beautiful people’ de Herrera, viaje va, viaje viene.
Colorín, colorado, esta historia todavía no se ha acabado.
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