El Hospital HM Nens se ha erigido en uno de los pocos centros hospitalarios de Cataluña del ámbito público y privado que trata la malformación del Pectus Excavatum, consistente en el hundimiento del esternón. A pesar de que algunos casos pueden tratarse de forma no quirúrgica, la cirugía es la manera más eficaz y definitiva. Se trata de una intervención de alta complejidad que puede ayudar a prevenir futuros problemas cardiorrespiratorios y un elevado impacto psicológico.
El Pectus Excavatum es un hundimiento del esternón que afecta a 1 de cada 300 recién nacidos, cuyas causas aún son inciertas, aunque los especialistas apuntan que puede deberse a anormalidades del diafragma que generen una tracción incorrecta del esternón, presiones intrauterinas anormales o el sobrecrecimiento de los cartílagos costales, el cual ocasiona un hundimiento esternal. No obstante, hay un componente genético que hace que entre el 15 y 40% de los casos, la malformación se transmita de padres a hijos.
La Dra. María Díaz Hervás, cirujana torácica especialista en el tratamiento de las deformidades de la pared torácica y responsable del equipo de especialistas del Hospital HM Nens, señala que “es una malformación que es cuatro veces más frecuente en varones que en féminas y aunque puede apreciarse nada más nacer o durante los primeros años de la infancia, lo habitual es que la malformación empeore y se haga mucho más notable durante la adolescencia”, una edad en la que la estética tiene relevantes connotaciones para los jóvenes. En este sentido, tiene un elevado impacto psicológico para el paciente, además de suponer un riesgo para desarrollar problemas cardiorrespiratorios en el futuro.
Cirugía de alta complejidad
Actualmente, la cirugía es el tratamiento más eficaz y definitivo. La intervención quirúrgica es de alta complejidad y requiere la coordinación de un equipo de profesionales, formados específicamente, quienes llevan a cabo una remodelación del esternón y las articulaciones condroesternales para corregir el hundimiento esternal.
La Dra. Díaz Hervás explica que “existen dos técnicas para revertir el hundimiento del esternón en quirófano: la de Ravitch, una técnica ‘abierta’ que se basa en la resección de los cartílagos costales y una remodelación esternal actuando sobre el propio hueso, y la de Nuss, que por el contrario, se centra en la colocación de unas barras metálicas que empujan el esternón para corregir el hundimiento. Éstas se mantienen durante un tiempo hasta que una vez han cumplido con su función, pueden retirarse. En este caso, las incisiones son menos visibles y agresivas”.
El paciente, a las pocas semanas de la intervención, puede reincorporarse a su actividad cotidiana, aunque “los primeros siete días postoperatorios son complicados y requieren un exhaustivo seguimiento y una intervención directa con analgésicos, catéteres peridurales o crioanalgesia -congelación del nervio- para controlar el dolor”, indica la Dra. Díaz Hervás. Posteriormente y de forma progresiva, se inicia la actividad física con deportes como la natación y, a los 3-6 meses, ya podrá valorarse la posibilidad de participar en las disciplinas de contacto.
Tratamiento por succión
No obstante, la cirugía no es el único tratamiento existente, pues en determinados pacientes, puede aplicarse la campana de succión o ventosa, un dispositivo que se adapta al menor (hay diferentes medidas y, en las niñas, se acomoda a las mamas) y eleva el esternón succionando y haciendo vacío.
La directora médica del Hospital HM Nens, Dra. María Milá, afirma que el hospital monográfico infantil de HM Hospitales en Barcelona no sólo cuenta “con el equipo de profesionales altamente especializado en las técnicas quirúrgicas del Pectus Excavatum, sino que dispone de la última tecnología para realizar las pruebas prequirúrgicas y el trabajo en quirófano, dónde la toracoscopia se ha convertido en una herramienta imprescindible a la hora de llevar a cabo la intervención de manera mínimamente invasiva y segura”.
Finalmente, la directora territorial de HM Hospitales en Cataluña, Dra. Lidón Millá, asegura que “hay pocos hospitales que tengan la capacidad de abordar enfermedades de alta complejidad y problemas que requieren una formación tan concreta, especialmente cuando se trata de paciente pediátrico. Por eso, seguimos avanzando en esta línea. Nuestro objetivo es poder ofrecer a nuestros menores una atención de elevada calidad y máxima seguridad”.
Seguiremos Informando…