Han tenido que pasar 13 asesinatos, 11 desapariciones forzosas, 177 detenciones arbitrarias, un centenar de heridos y decenas de pronunciamientos de países democráticos y organismos internacionales que velan por los derechos humanos, para que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se pronunciara sobre la situación en Venezuela.
Lo hizo la mañana de este 31 de julio durante una comparecencia desde Moncloa ante los medios de comunicación para hacer balance del curso político. Su escueto comentario llega 72 horas después de que comenzaran las protestas por los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron como ganador a Nicolás Maduro, con el 51,20% de los votos, mientras que Edmundo González Urrutia habría alcanzado el 44,02%, sin que hasta el momento se hayan publicado las actas que demuestren tales cifras.
“Seguimos con preocupación los acontecimientos que se están viviendo en Venezuela. Es necesario recordar lo que hemos venido diciendo desde que se celebraron las elecciones y es imperativa esa transparencia en el recuento electoral. Para poder reconocer los resultados hay que poder verificar las actas de todas las mesas”, dijo Sánchez haciendo “un llamamiento firme a la calma, al civismo y a la garantía de los derechos fundamentales de todos los venezolanos y venezolanas”.
El único que hasta ahora se había pronunciado en representación del Gobierno español, es el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Horas después del anuncio del CNE, publicó en su red social X: “La voluntad democrática del pueblo de Venezuela debe ser respetada con la presentación de las actas de todas las mesas electorales para garantizar resultados plenamente verificables. Pedimos que se mantengan la calma y el civismo con los que transcurrió la jornada electoral”.
Llega tarde el pronunciamiento de Sánchez, en tanto durante tres días, destacadas voces -incluso desde Europa- se han sumado, y se siguen sumando, al llamado internacional para la publicación de las actas electorales, pidiendo transparencia en el proceso. Lo hizo la misma Unión Europea, a través del Alto Representante, Josep Borrell. “Los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela no han sido verificados y no podrán considerarse representativos de la voluntad del pueblo venezolano hasta que se publiquen y verifiquen todas las actas oficiales de las mesas electorales”, dijo en su red social X, a la vez que publicó el comunicado de la UE.
Del que no se sabe nada es de José Luis Rodríguez Zapatero. Se encuentra en el país como observador internacional, en representación del Grupo de Puebla. Se ha mantenido con un bajo perfil, pero el hecho de que no se haya pronunciado, lo convierte en cómplice, según dirigentes del Partido Popular. “¿Alguna duda sobre la complicidad de Zapatero en el golpe y terrorismo de Estado que se ha desatado en Venezuela? Se pregunta el vicepresidente del Parlamento Europeo, Esteban González Pons (PP), en su red social X.
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