Las empresas tienen cada vez más claro que la reputación es un elemento clave para su propio éxito, ya que una buena reputación corporativa genera confianza, admiración y respeto, sentimientos que impulsarán actitudes de apoyo, como la atracción y retención del talento, el fortalecimiento de la marca o la mejora del acceso a la financiación y que, por tanto, repercutirían en el éxito de una compañía.
Así, el éxito empresarial y la reputación se retroalimentan. “Solo una empresa exitosa puede tener reputación”, afirmaron el 95% de los encuestados en el Estudio Advice de éxito empresarial, que realizó Advice Strategic Consultants. En concreto, según las conclusiones de este análisis, mayoritariamente, los españoles consultados en el informe opinan que “el éxito empresarial es condición fundamental para ser una empresa con buena reputación”.
El éxito económico pierde peso en las compañías
Pero el éxito empresarial si no va acompañado del compromiso de la empresa exitosa con la sociedad y la economía españolas, cada vez es más insuficiente. Por tanto, el éxito empresarial y compromiso social (RSE, ASG, sostenibilidad) son los principales factores para que las grandes empresas españolas tengan buena reputación.
Ahora bien, ¿cómo se puede medir la reputación de una compañía? Según la sociedad, la reputación debe ser medida en el contexto económico y social actual y no independientemente de dicho contexto, que hoy, por ejemplo, se encuentra condicionado por la inflación, posible desaceleración económica y la necesidad de crear un nuevo modelo productivo digital y sostenible.
Así, tener éxito empresarial, contribuir al empleo, avanzar en la digitalización empresarial, actuaciones concretas de compromiso social y aportación a la economía de España son los factores más valorados para otorgar reputación a las compañías.
Además, actualmente en un momento en el que las empresas apuestan por la retención del talento, hay que ser conscientes de que los empleados buscan trabajar en empresas que tengan un propósito más allá de las ganancias económicas. Es decir, un fuerte compromiso social puede atraer talento de calidad y mantener motivados y comprometidos a los empleados existentes.
En definitiva, viendo las claves actuales que guían la imagen de una compañía, las empresas que se involucran en sus comunidades locales y contribuyen al desarrollo social y económico de estas, suelen gozar de una mejor reputación. Unas relaciones que pueden ser beneficiosas en momentos de crisis o desafíos.
Seguiremos informando…
