Después de haberse conocido el fallo de seguridad que ha dado lugar a la filtración de datos privados de varias decenas de opositores, han comenzado a pedirse las primeras responsabilidades. Unos de los primeros en reaccionar ha sido el sindicato UGT, quien ha vertido más detalles de lo ocurrido.
El agujero informático ha perjudicado a un total de 57 personas, descargándose de forma ilegal 218 registros y comprometiendo cerca de un millar de documentos. Una incidencia que se solventó con un paro de tres horas en la web para restablecer las medidas de seguridad.
El error, que ha vuelto a empañar la reputación de RTVE, tiene dos responsables principales. La compañía CEGOS, encargada de gestionar los datos y la propia Corporación.
Depurar responsabilidades
Por este motivo, los representantes de los trabajadores han asegurado que exigirán las responsabilidades, tanto ajenas a RTVE, como propias. Algo que no se conocerá hasta, como mínimo, el próximo mes de septiembre, cuando se han fechado las nuevas reuniones que esclarezcan los hechos.
De forma paralela, RTVE también ha anunciado que estudia tomar medidas legales contra la empresa responsable del fallo, a quien cupla de la filtración de información privada.
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