El ascendente de Juan Carlos Rivero en Radio Televisión Española guarda una relación directa con su trayectoria. Con más de 40 años a sus espaldas en la corporación pública. No obstante, un par de años atrás quedó relegado a un segundo plano después de las críticas vertidas contra sus comentarios -y su persona- en redes sociales como X (Twitter).
Rivero fue apartado como narrador de la Selección Española tras varias décadas siendo la voz de La Roja en TVE. Un periodo de un año en el que los partidos de España corrieron a cargo de David Figueira.
Por aquel entonces, la dirección de Deportes de RTVE recaía en Arsenio Cañada, que, tras la emisión del Mundial y la polémica conocida como El Ganso, fue destituido.
Todo cambió para Rivero hace algo más de un año, cuando una decisión interna le restituyó como narrador de la Selección Española. Pocos meses después, el nombramiento de Rosana Romero como nueva jefa del área de Deportes le dio un espaldarazo, recuperándole como uno de los grandes “tótems” de RTVE.
Gracias a la confianza transmitida desde Prado del Rey, Rivero ha narrado una nueva competición internacional este verano, la Eurocopa de Alemania conquistada por España. Pero su gran logro reciente en RTVE es haber recuperado la batuta de Estudio Estadio.
La “vieja guardia” se impone
Una de las grandes losas que pesaba sobre Rivero fue dejar de presentar Estudio Estadio. En agosto de 2022, el emblemático programa pasó a manos de Paco Caro. Una decisión que no sentó nada bien al veterano periodista, pero que fue aplaudida desde los sectores más críticos del área de Deportes de RTVE.
Ahora, y de nuevo contando con el apoyo de Rosana Romero, Rivero ha vuelto a coger las riendas de un programa que también recupera a la “vieja guardia”. Así se ha reflejado estos días en X (Twitter), donde se ha visto cómo Rivero contestaba a una periodista de Estudio Estadio.
“No formarás parte, no tengas la menor duda”, escribió Rivero a Nerea Zusberro en respuesta a un mensaje donde la comunicadora se despedía de Estudio Estadio asegurando que este “toma un rumbo del que ni me siento ni seré parte”.
De ambos mensajes se puede deducir que ha existido una guerra interna entre dos facciones muy diferentes. Por un lado, la comandada por Rivero y sostenida por la actual dirección de Deportes, y por otro, la liderada por quienes respaldaban a Paco Caro y al equipo de colaboradores con los que ha contado Estudio Estadio en los dos últimos años.
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