En el sector televisivo no dan crédito. ¿Cómo es posible que, de repente, Antena 3 y La 1 de TVE hayan acaparado todos los titulares en una semana de alto voltaje, como no se conocía desde hacía tiempo, y Telecinco haya desaparecido del mapa? Peor aún, lo poco que ha aparecido ha sido de forma negativa con el final del programa de Carlos Latre -era un hecho y se podían haber ahorrado la agonía-, algo de ‘Gran Hermano’ y unas gotas de fichaje de María Casado.
Una situación insostenible, y más para un medio de comunicación televisivo, en el que la irrelevancia es el peor diagnóstico posible. Da la sensación de que la ‘revolución Mediaset’ se ha quedado en agua de borrajas y algunos de sus protagonistas andan más preocupados por garantizarse posibles futuros puestos directivos de la ruina que quede.
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