59 segundos regresa esta noche a Televisión Española. El emblemático programa de debate inicia una nueva etapa en La 1 doce años después de su última emisión. Una apuesta ambiciosa si tenemos en cuenta la vorágine de información -y desinformación- que circula estos días.
Al frente del formato -renovado para adaptarse al siglo XXI- estará la periodista Gemma Nierga (Girona, 1965), que debuta en la cadena pública a escala nacional. En esta nueva etapa, 59 segundos contará con la participación en directo del público, en el que no sólo se hablará de política y que incorporará elementos más atractivos para la audiencia.
Vuelve ‘59 segundos’ en un momento especialmente convulso informativamente hablando y donde la polarización está a la orden del día… ¿Es casualidad?
No creo que la situación política haya influido. En años anteriores vivimos momentos de polarización semejante, pero es verdad que se nos olvida. Pero no, no es tanto por el contexto político, sino por la necesidad o por las ganas que había de devolver este debate a la televisión pública. Un espacio de análisis de la actualidad política y de la actualidad social. Esto es 59 segundos.
¿Podríamos decir entonces que es un programa de servicio público?
Sí. A mí sí me lo parece. Es un programa muy de la televisión pública porque en realidad ofrecemos temas de carácter político, evidentemente, pero mucha gente estos días me pregunta ¿solo hablaréis de política? Pues no, porque también nos preocupan temas de carácter más social. Además, el público puede intervenir, que esta es una diferencia con la etapa anterior de 59 segundos.
El público puede votar desde casa o desde las gradas, y puede intervenir que esto es algo que a mí me despierta especial curiosidad. Es decir, que la gente tendrá un micrófono ahí en el plató que podrá utilizar, y tendrá 59 segundos para interpelar a un invitado, para hablar con un analista o sencillamente para contar su historia.
¿Cómo va a ser la estructura del programa?
Hay varios temas a lo largo de cada programa. Habrá invitados, habrá también dos mesa compuesta por seis analistas cada una. Por tanto, en cada programa habrá 12 analistas, bien sean periodistas o comentaristas. Y, además, habrá un invitado o dos invitados protagonistas de la semana, que puede ser un político, alguien del mundo cultural, o de la actualidad social. No hay una estructura muy exacta. Empezaremos con el personaje y seguiremos con el debate, pero lo iremos alternando.
El programa es en directo y eso juega a favor del programa. Aunque tengamos una parrilla montada desde el lunes desde hoy, la fijaremos bien el jueves por la mañana para que sea verdaderamente un debate de actualidad. Si se hace en directo, tienes que utilizar ese privilegio para poder hablar de lo que se hable ese día. Es decir, que hasta que empecemos el programa podríamos cambiar la parrilla de ese día.
‘59 segundos’ se emite justo después de ‘La Revuelta’. ¿Crees que os puede beneficiar el arrastre de la audiencia de David Broncano o tenéis dos públicos diferentes?
Bueno, viendo la primera semana de Broncano y parte de la de esta, es de lógica pensar que nos puede ayudar ir detrás de un programa que ha tenido tantísimo éxito. Piensa que hablas con una persona muy fan del programa. Ya lo era antes en Movistar porque yo tengo hijos adolescentes que, bueno, en una casa siempre acostumbran a imponer sus gustos. Y aquí en mi casa, éramos muy de Broncano. Viendo las audiencias la verdad que me sentí muy reconfortada de que un programa -que para mí es un problema con un humor muy inteligente- tuviera este seguimiento.
Por tanto, sí, ojalá nos beneficie. Claro. Pero ir detrás de un programa con tanto éxito, en el fondo también te da cierto vértigo. ¿Qué puede ocurrir con todos los espectadores que te deja Broncano? Yo espero que, bueno, si no todos, la mayoría se quieran quedar con nosotros porque vamos pegados.
¿Crees entonces que compartís un misto target de público? Porque es cierto que son dos formatos muy diferentes…
Sí, son muy diferentes. Pero yo no soy nada experta en los análisis de televisión. De analizar qué tipo de público ve un programa, qué tipo de público puede seguir otro… Sería muy, muy atrevido por mi parte decirte si el público puede ser el mismo o lo compartiremos. No lo sé.
La semana pasada se habló mucho del público que había seguido mayoritariamente a Broncano, que era gente joven. Ojalá que a esos que siguen a Broncano también les interese nuestro debate. Pero eso te lo podré contestar dentro de un tiempo para ver si realmente compartimos público.
¿Qué valoración haces de toda la polémica y lo que se ha dicho estos meses sobre el fichaje de David Broncano por TVE?
Excesivo, excesivo. Muy excesivo. Y como ya Broncano ha puesto punto final, no la alimentemos más porque para mí es un buen fichaje por parte de la televisión pública. A mí, como te digo, me parece un hombre con mucho talento y un programa para estar en La 1, en la pública.
Yo lo veía antes y cuando fichó por TVE, pues tuve mis dudas, pero enseguida pensé que podía funcionar y se ha demostrado que el público le acompaña.
Llegas a ‘59 segundos después ‘Cafè de i’dess’, en TVE Catalunya. ¿Te apetecía estar en prime time con un programa de alcance nacional?
Mira, me apetecía y no me apetecía. Yo estoy en Cafè de i’dees y ya llevo cinco años y no te voy a negar que han aparecido algunos proyectos más de ámbito nacional. Pero no acababa de encontrar la ilusión, o las ganas, o la fuerza… No sé cómo llamarle; por tanto, siempre era un “no”.
Y yo me quedaba en mi Café de ideas, ¿eh? Lo cual a veces era un poco difícil de explicar o de que se me entendiera. Cuando me ofrecen 59 segundos vi tan claro que este era el formato que yo estaba esperando para decir que sí… Lo vi claro. Y no sé decirte muy bien por qué, pero creo que es un formato que va o que encaja mucho con mi forma de ser. Porque invita al diálogo, al debate, a poner las ideas encima de la mesa…
Es un formato, para un periodista, muy enriquecedor, porque todo el contenido es interesante. Así que, no dudé nada y pensé que había hecho bien en esperar. Es decir, me di cuenta de que había acertado cuando había dicho que no a otro tipo de programa que no me apetecía o que sentía que no me despertaba ilusión.
Era la ilusión lo que buscaba, y la verdad que ahora tengo una mezcla de ilusión y de confianza. Estoy extrañamente confiada y tranquila. Hemos hecho unos pilotos y me siento muy cómoda en plató. Me siento bien, me gusta esa silla en la que estoy y la mesa… el plató es fantástico. Han construido un plato en San Cugat, aquí en Cataluña, que es majestuoso. Es enorme. Invita a la conversación. La verdad es que es muy grande y me motiva mucho.
¿Que 59 segundos se grabe en Cataluña ha tenido mucho peso en tu decisión?
Pues no, fíjate que yo ya lo había decidido. Quedaba fijar dónde sería. Pero no, no hubiera tenido problema si hubiera sido en Madrid. Es mucho más cómodo que sea en San Cugat (sede de los estudios de RTVE Catalunya), claro. Pero yo ya había dicho que sí. Esto ha sido una negociación sencillamente entre Globomedia y TVE, que fueron quienes acordaron que finalmente se hiciera en San Cugat.
Hace mucho tiempo que dejaste atrás tu etapa en la radio. ¿La echas de menos?
La radio te construía una armadura que te hace sentir muy fuerte. Al final la mayoría de mi carrera periodística la hice en la radio. Pero no, no la echo de menos. La ilusión y las ganas pueden más ahora que echar la vista atrás y pensar en la época de la radio.
Seguiremos Informando…