Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte en el mundo y, junto a las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos (ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca…), siguen afectando tanto a países desarrollados como a aquellos con ingresos más bajos. Sin embargo, un enfoque preventivo basado en cambios de estilo de vida puede evitar gran parte de estas afecciones.
“La buena noticia es que muchas de las enfermedades del corazón pueden prevenirse”, destacan los especialistas de la Fundación Jiménez Díaz, quienes, durante una jornada dedicada a la salud cardiovascular y organizada ayer con motivo del Día Mundial del Corazón, subrayaron la importancia para ello de mantener hábitos de vida saludables. Una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y la gestión adecuada del estrés se posicionan como los tres pilares fundamentales para reducir el riesgo de sufrir un evento cardiaco.
Por ese motivo, el hospital madrileño ha puesto el foco en la relevancia de la prevención en salud cardiovascular con una serie de actividades dirigidas a informar y concienciar sobre el cuidado del corazón, bajo el lema “Dale marcha a tu corazón”. A través de conferencias y actividades, los especialistas del centro han subrayado la importancia de seguir hábitos de vida saludables para evitar la aparición de enfermedades cardíacas, frenar su progresión y mejorar la recuperación tras un evento cardiovascular.
La VIII Jornada del Día Mundial de Corazón de la Fundación Jiménez Díaz contó con la participación de su personal de Enfermería, que ofreció a numerosos pacientes, familiares y visitantes la oportunidad de realizarse un cálculo personalizado de riesgo cardiovascular, considerando factores como el peso y la tensión arterial. Estas mesas informativas, instaladas en el hall del edificio principal, permitieron a los asistentes informarse sobre los principales factores que inciden en su salud cardiovascular.
En esta línea, el Dr. Hans Paul Gaebelt Slocker, especialista del Servicio de Cardiología, impartió un taller de reanimación cardiopulmonar (RCP), donde los asistentes aprendieron técnicas vitales que pueden marcar la diferencia entre salvar o no una vida en situaciones de emergencia.
Soluciones prácticas para la salud del corazón y resolución de dudas
La jornada incluyó también una serie de interesantes conferencias bajo el título “Soluciones prácticas para la Salud del Corazón. Tengo dudas ¿quién me las puede resolver?”, en las que se ofrecieron recomendaciones para vivir más y mejor en el ámbito del tratamiento y los hábitos de vida cardiosaludables.
La Dra. Mónica Recio Vázquez, especialista del Servicio de Cardiología del hospital, abrió la jornada recordando que “un estilo de vida saludable no solo previene la aparición de enfermedades cardíacas, sino que también ayuda a frenar su progresión y mejorar la recuperación en aquellos que ya han sufrido un evento cardiovascular”. En su intervención, destacó la importancia del manejo del estrés y de los posibles efectos secundarios de los tratamientos actuales.
Por su parte, la Dra. Gloria Bermejo Fernández, especialista del Servicio de Rehabilitación del hospital madrileño y experta en rehabilitación cardiaca, abordó el impacto del sedentarismo en la salud cardiovascular solventando las dudas que surgen cuando se vuelve a hacer ejercicio tras un infarto, y resaltando que la inactividad física aumenta un 50 por ciento el riesgo de padecer un evento cardiaco o un ictus.
En cuanto al abordaje psicológico de estas patologías, Sandra Mateo Díaz, psicóloga residente del Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica del centro madrileño, explicó que, “aunque el estrés no es la causa directa de las enfermedades cardíacas, es un desencadenante que puede acelerar su aparición o empeorar su evolución”. También habló de la importancia de identificar y manejar emociones como la ansiedad y la hostilidad, ya que están estrechamente relacionadas con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
La jornada finalizó con una conferencia sobre la importancia de una buena alimentación, impartida por la Dra. María José de la Cruz Fernández, y Enrique Sanz Martínez, especialista y nutricionista, respectivamente, del Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, quienes hicieron hincapié en la dieta mediterránea como una de las mejores herramientas para proteger el corazón. “La dieta mediterránea no es solo una forma de alimentarse, es un estilo de vida completo que ha demostrado científicamente su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares; es un legado que debemos transmitir a futuras generaciones”, señaló Sanz. Este tipo de alimentación, rica en grasas saludables, frutas, verduras y cereales integrales, no solo reduce el colesterol, sino que también ayuda a controlar la presión arterial y mejora la salud general del corazón. “Adoptar este tipo de alimentación ha demostrado reducir un 30 por ciento los eventos cardiovasculares frente a las dietas bajas en grasa”, añadió la Dra. de la Cruz.
Los otros tres hospitales de QuirónSalud integrados en la red pública madrileña (Sermas), los hospitales universitarios Rey Juan Carlos (Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba (Collado Villalba), celebran también entre hoy y el jueves sus respectivas jornadas por el Día Mundial del Corazón, eventos ya clásicos en el calendario de actividades dirigidas a la sociedad civil para cumplir el objetivo de los cuatro centros de contribuir a la salud poblacional con actividades informativas, preventivas y educacionales.
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