Los primeros compases de la temporada han puesto de manifiesto un problema transversal en la televisión: la franja del prime time está cediendo terreno frente a la del access, que actualmente es la que concentra mayor número de espectadores.
Sin embargo, hay cadenas que lo sufren especialmente. Una de ellas es Cuatro, que no ha conseguido dar con la tecla para convencer a la audiencia. Uno de los formatos que más está sufriendo la competencia es ¿Quién quiere casarse con mi hijo?.
El histórico programa presentado por Luján Argüelles regresó al prime time con una cuota de pantalla del 8%. En su estreno convenció a 620.000 espectadores; datos no demasiados halagüeños que, conforme han ido sucediéndose las emisiones, no han hecho más que empeorar.
Este lunes marcaba mínimo con apenas 337.000 espectadores y apenas un 4,3% de share. Sin embargo, en semanas anteriores la audiencia de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? ha estado igualmente por debajo de la media de la cadena, que en septiembre fue del 5,4%.
Otro fracaso que lastra a Cuatro en estos primeros compases de la temporada es ¡Boom!. El formato, que regresó a las tardes tras su cancelación en Antena 3, ha dejado muy a las claras que no interesa al público. De la mano de Christian Gálvez, no sólo no se acerca a la media de Cuatro, si no que está lastrando sus tardes.
Actualmente ¡Boom! promedia una cuota del 2,9%, con apenas 194.000 espectadores diarios. Es, por mucha diferencia, la última opción entre las cadenas generalistas en esta franja. Formatos con menos tirón como Ni que fuéramos Shhh, en Ten, están cosechando mejores cifras que las del concurso de Cuatro.
A Telecinco tampoco le salen las cuentas
Estos dos programas de Cuatro, cuya cancelación parece estar más cerca, son solo un reflejo de la realidad que vive Mediaset. La hermana menor de Telecinco también sufre los padecimientos de Telecinco, condenada a la tercera posición en septiembre.
La principal cadena del grupo de Fuencarral no ha empezado con buen pie esta temporada. Tanto es así que, pocas semanas después del inicio del curso, tuvo que cancelar la que era su gran apuesta para las noches: Babylon Show.
Telecinco parece estar inmersa en una crisis sin precedentes, pero una vez más ha arrancado la temporada con escasos resultados. Ni siquiera la vuelta del Gran Hermano original ha conseguido atraer al público, firmando datos que están muy por debajo de anteriores ediciones (16,8% de cuota y poco más de un millón de espectadores).
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