Sostiene Nocilla que lo del plan gubernamental para controlar a los medios díscolos no está tan mal y que el control del Ejecutivo está bien, siempre y cuando se controle al controlador. ¿Quién podrá el cascabel a ese gato? La entidad periodística que preside el Nocillas, cada vez más decrépita y cutre, es fiel reflejo del sujeto que la preside. Y es que las cosas que hay que ver por parte de un jefe de economía de un diario ‘progreta’ que era uno de los tíos de confianza -tenía varios diseminados por distintas redacciones- de ‘Polla de Hojalata’ (la cosa, por la edad, ya no es lo que era), turbio entre los turbios aunque lo blanquease el Chema. Algunos darían lo que fuera por conocer las confidencias que le hacía al cuñadísimo vanguardista en el jacuzzi de su piso de alquiler con opción a compra de Sanchinarro, construido, por cierto, por una empresa en la que muñía el Consorte de Miss Hardvard(cete). ¡Cosas, oiga!
Nocilla, ¡qué merendilla!
