El Gobierno está en apuros. Las últimas informaciones que apuntan a una presunta financiación ilegal derivada de la trama conocida como “Caso Koldo” y que tiene al ex ministro José Luis Ábalos como principal implicado ha hecho saltar todas las alarmas en Moncloa.
Los diferentes actores políticos y mediáticos toman posiciones, diseñan estrategias y piensan dos veces cuál debe ser su próximo movimiento. En este contexto, siempre hay fuerzas dispuestas a echar un capote cuando hace falta. Los aliados del Gobierno están dispuestos a devolver favores siempre que sea necesario.
Uno de ellos es Prisa, y más concretamente, El País. El diario dirigido por Pepa Bueno ha puesto la maquinaria a pleno rendimiento para minimizar daños y desplazar la mirada hacia la acera de enfrente. En un intento por auxiliar al PSOE, estos días ha publicado algunos artículos que van en esta línea.
El más llamativo es el que se titula “20 años de financiación ilegal del PP frente a las sospechas de financiación ilegal del PSOE”. El artículo establece una serie de “diferencias y semejanzas” entre los casos ‘Gürtel/Bárcenas/PP’ y ‘Ábalos/Aldama/PSOE’.
La memoria, según parece, es selectiva El País, y parece que lo que pasó antes del Gobierno de José María Aznar no computa en sus cálculos. Sin embargo, en la cabecera de Prisa hacen hincapié en que los casos del PSOE son “sospechas de financiación ilegal”, mientras que los del PP son hechos probados y sobre aquellos casos pesan sentencias firmes.
Una amistad donde ambas partes salen ganando
El buen entendimiento entre Prisa y los socialistas se remonta a tiempos de Felipe González. El País siempre ha sido uno de los principales aliados mediáticos del PSOE, como ha demostrado en infinidad de ocasiones cuando desde Ferraz han necesitado apagar fuegos que amenazaban con calcinar gobiernos.
El continuo intercambio de favores se ha sucedido durante décadas. La nueva licencia TDT que Moncloa está a punto de conceder a Prisa es una buena muestra de ello. El grupo que preside Joseph Oughourlian va ser beneficiado con una televisión con la que volverá al negocio audiovisual tras la aventura de Cuatro.
Como hemos contado en este medio, Pedro Sánchez está particularmente interesado en reducir las críticas que se vierten contra su gestión, y para ello pretende sumar para su causa un aliado televisivo más. La maniobra, sin embargo, va más allá del corto plazo.
El objetivo es hacer de la nueva televisión de Prisa un referente “informativo”, como lo son El País o la Cadena SER. Sin embargo, existen voces dentro de la compañía editorial que piensan que la complicada situación del mercado audiovisual y la competitividad imperante complicarán enormemente la rentabilidad del negocio.
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