Menos de 24 horas. Es el tiempo que ha necesitado el Gobierno para oficializar a través del Boletín Oficial del Estado el último acuerdo bilateral con Sumar que cambia radicalmente el funcionamiento de RTVE.
Tal y como se ha encargado de explicar Óscar López, el consejo de RTVE estará formado por cinco miembros más, 11 elegidos por el Congreso de los Diputados y cuatro, por el Senado. En el caso de no existir una mayoría de dos tercios en una primera votación, será una mayoría absoluta (176 diputados) los que den por bueno el acuerdo.
Ya se han iniciado todos los trámites para que se ejecute la reforma de la Ley 17/2006 de, de 5 de junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal, con el fin de “adoptar medidas urgentes relativas al régimen jurídico aplicable a la Corporación RTVE”. Por lo tanto, también existe una fecha límite para estipular quiénes serán los nuevos nombres que ocupen las 15 sillas del consejo.
Moneda de cambio
A pesar de los esfuerzos de Óscar López por vender la propuesta como “el consejo más plural de la historia”, la realidad es que aquella persona que sea designada como presidente, tendrá la responsabilidad de poner de acuerdo a 15 miembros, en lugar de a 10. El organismo quedará más expuesto y dividido y existirá un mayor conflicto de intereses contrapuestos.
El presupuesto para sus sueldos también se verá ampliado, más aún cuando el propio Óscar López confirmaba que se les exigirá dedicación exclusiva a todos ellos. Por delante, queda un mes de arduas negociaciones en las que todos los socios del gobierno intentarán sacar partido a su apoyo. Recordemos que los nombramientos tendrán una validez de seis años con posibilidad de firmar una renovación.
Trabajadores en contra
El sentimiento común entre los trabajadores de RTVE es de rechazo absoluto a los cambios impuestos desde el Ejecutivo. Los Consejos de Informativos han emitido un comunicado conjunto rechazando el decreto que, tal y como declaran, “Abre la puerta a rebajar la mayoría parlamentaria necesaria para nombrar a los miembros del Consejo de Administración de RTVE”. Insisten en la necesidad de garantizar una mayoría cualificada para garantizar la pluralidad y máxima representatividad.
No han sido los únicos en expresar su negativa de manera pública. Desde el sindicato USO, advierten de que esta medida “no soluciona los problemas estructurales de RTVE” y sirve para “consolidar el control político y la falta de transparencia en la gestión”.
Una gestión que ha estado salpicada por numerosos escándalos en los últimos meses, llevando a la Corporación a una crisis institucional y reputacional sin precedentes.
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