Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos la larga noche del largo día del 5 de noviembre. ¿Y ahora qué?
Ahora comienza el proceso de certificación en cada estado. Se examinan las boletas que fueron rechazadas por las máquinas, se contabilizan las papeletas que llegaron después de la elección oficial y se resuelven conflictos relacionados con el conteo de los votos, si los hubiere. Se escrutan los resultados y se envían al gobierno estatal para que el gobernador los certifique.
Si todo va bien, el Congreso se reúne el 6 de enero de 2025 para contar los votos electorales, el la vicepresidenta –paradójicamente Kamala Harris– anuncia al ganador, y la investidura será el lunes 20 de enero. Once semanas durará este proceso de transición. ¿Cómo se prepara Washington -y el mundo- para el arribo de Trump?
Washington y sus instituciones, se blindan
Después del 6 de enero de 2021, en el anuncio del triunfo de Joe Biden en el Congreso, una turba de seguidores de Trump asaltó el Capitolio. Desde entonces, ese fantasma recorre las calles de Washington. Así las cosas, los edificios oficiales preparan sus tarimas para la investidura del próximo presidente de los Estados Unidos, aunque algunos piensan que lo que están haciendo es extremar las medidas de seguridad.
El Capitolio ya está vallado, y los operarios instalan lo que será el escenario donde, el 20 de enero a mediodía, Trump levantará la mano derecha y jurará proteger la Constitución de Estados Unidos. La tradición es que este acto sea en el exterior, en la fachada oeste. Este evento es conocido oficialmente como el Día de la Inauguración Presidencial, y simboliza la transición pacífica del poder, una de las piedras angulares de la democracia estadounidense.
Tras el almuerzo inaugural, Trump y su vicepresidente, J.D. Vance, salen del Capitolio para revisar las tropas y encabezar la procesión de grupos militares, bandas y carrozas por la Avenida Pensilvania hacia la Casa Blanca, donde los operarios ya están montando la tarima. Hablamos de once semanas, pero la ciudad ya está preparada para ese día.
El mundo, también se blinda
En Europa, los líderes estudian cómo les afectará la victoria de Trump y buscan una posición común sobre Rusia. En la cumbre de la Comunidad Política Europea, realizada este jueves 7 de noviembre en Budapest, 50 líderes europeos han evaluado las relaciones transatlánticas con la esperanza de que el nuevo presidente de los Estados Unidos evite los conflictos de su primer gobierno. Tras dar la bienvenida a Trump, hicieron un llamado a favor de una postura de defensa más fuerte en el continente que ya no necesite depender fundamentalmente de Washington.
En América Latina, los líderes conservadores como el presidente de Argentina, Javier Milei, y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, así como Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, felicitaron inmediatamente a Trump. No así los progresistas como Gustavo Petro, presidente de Colombia, y Claudia Sheinbaum, presidenta de México, que se preparan para una relación difícil. Las miradas están puestas sobre México, que con seguridad se llevará la mayor carga. Sin embargo, Sheinbaum dijo a periodistas este miércoles que “no hay razón para preocuparse” y que EE.UU. y México “no compiten entre sí”.
Regímenes autoritarios como el de Venezuela y Nicaragua también se han pronunciado, pero un tono ambiguo, en busca de que la Casa Blanca pase por alto sus abusos de poder y sus violaciones a los derechos humanos, ente otras razones, para revertir las tendencias migratorias.
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