El Grupo Prisa fue uno de los damnificados en la presentación del libro de Irene Montero ‘Algo habremos hecho’. La exministra de Igualdad, ahora eurodiputada de Podemos, puso a escurrir a los “columnistas y tertulianos de ‘El País’ y la SER que, una vez por semana, lanzan mensajes antirracistas” y luego votan al PSOE, según recoge la propia crónica del diario de Prisa.
Los mensajes de Montero, que se dirigen especialmente contra Sumar y el PSOE, también afectan a la “progresía mediática”, según sus propias palabras. Y ahí entra el Grupo Prisa, que, sin embargo, acogió a su pareja, Pablo Iglesias, en la propia Cadena SER.
Fuentes de Prisa apuntan, con cierto deje irónico, a que no deja de ser llamativo que, ahora, Montero cargue contra el grupo después de que se decidiese no renovar a Iglesias como contertulio. Esas mismas fuentes señalan que la entrada del exvicepresidente en la emisora de Prisa estuvo vinculada como un favor personal del fallecido Miguel Barroso a Jaume Roures y Tatxo Benet, que durante años han venido actuando como protectores de los máximos dirigentes de Podemos.
Además, también recuerdan que, como ha sucedido en otros casos, Iglesias intentó hacer labor de zapa en el ‘Hora 25’ de Aimar Bretos. “Había evidencias de que le cogió la medida a Bretos, que se deslumbró con el fichaje. Incluso llegó a reunirse de forma previa con algún personaje vinculado a Podemos, por mediación de Iglesias, para preparar una entrevista posterior en el programa”, señalan fuentes de la SER.
La campaña contra la “progresía mediática” tampoco ha cogido de sorpresa en los ámbitos de la misma. No es la primera ocasión en que la etiqueta Podemos carga contra la misma, como ya hizo en su momento al acusar a Ignacio Escolar, de ‘El Diario’, de haber empujado a favor de la salida de Iñigo Errejón de la formación morada para crear la franquicia Más País-Más Madrid.
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