Los más de 3,3 millones de autónomos en España se encuentran a las puertas de grandes cambios legislativos y fiscales de cara a 2025. Por ello, y antes de tomar decisiones, es imprescindible entender el contexto actual de los trabajadores por cuenta propia y cómo impactará en su jubilación el nuevo modelo de cotización, el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI, que pasará del 0,7 % actual al 0,8 % de la base de cotización) y las diferencias en la pensión media de trabajadores.
En primer lugar, a menor cobertura de la pensión pública respecto a las ganancias actuales, mayor deberá ser el ahorro privado necesario para mantener el nivel de vida tras la jubilación. Actualmente, la pensión por jubilación de un trabajador autónomo es cerca de un 40% menor que la de un asalariado: según los datos de la Seguridad Social a septiembre de 2024, la pensión media de jubilación en régimen general es de 1.604 euros, en tanto que la pensión media de jubilación de los autónomos es de 965 euros.
El 86,6% de los trabajadores autónomos cotizan por la base mínima, inferior a los 300 euros al mes. Además, suelen incluir períodos extensos sin cotizar, lo que impacta en el cálculo final de la pensión. El 97,1% aumenta la base de cotización a partir de los 55 años, por lo que dos de cada tres pensiones necesitan un complemento de mínimos.
Por otro lado, el nuevo modelo de cotización establece para 2025 unas cuotas que variarán según los rendimientos netos mensuales de los autónomos, con un sistema de 15 tramos. Las cuotas oscilarán entre los 200 euros al mes, para rendimientos netos de hasta 670 euros, y los 1.267 euros para ganancias superiores a los 6.000 euros.
Además, los trabajadores autónomos siguen siendo los que más tarde se jubilan en España. La brecha actual entre los autónomos y los asalariados supera los 15 meses. A partir de 2025 la edad de jubilación de los autónomos va a cambiar y los autónomos que no tengan los años requeridos de cotización (38 años) no podrán jubilarse hasta los 66 años y 9 meses si desean recibir la pensión completa.
El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) registró un incremento de casi 20.000 nuevos usuarios en el primer trimestre del 2024, lo que equivale a un crecimiento del 0,6% respecto a diciembre de 2023, para un total de trabajadores por cuenta propia por encima de los 3,3 millones. Si a este contexto sumamos que, los trabajadores autónomos representan el 15% del total de los afiliados a la Seguridad Social y que quienes se jubilen van a vivir más tiempo jubilados por el aumento de la esperanza de vida, planificar la fórmula de ahorro complementario con previsión y disciplina es muy relevante.
Nuevas opciones
Desde la entrada en vigor de la Ley 12/2022, de 30 de junio, el colectivo de los trabajadores por cuenta propia en España cuenta con más opciones de ahorro para complementar la jubilación. El espíritu de la norma pasa por impulsar los planes de pensiones entre los colectivos de trabajadores que hasta entonces solo podían acceder a planes individuales. Surgen así los denominados Planes de Empleo Simplificados.
Fonditel, la gestora de Telefónica especializada en planes de pensiones de empleo y fondos de inversión cuenta con el Plan de Pensiones de Empleo Simplificado para autónomos, un plan de pensiones de renta variable mixta que invierte en una cartera 50% renta variable y 50% renta fija y diversificada a nivel global. Con una rentabilidad anualizada del 13,2% en el último año, forma parte de un vehículo que cuenta con un patrimonio de 100 millones de euros y más de 3.000 partícipes.
Los Planes de Pensiones de Empleo Simplificados para Autónomos surgen precisamente como instrumentos de ahorro e inversión para complementar la pensión pública. Constituyen una fórmula de ahorro privada y voluntaria, que resultan atractivos por su rentabilidad fiscal y su flexibilidad.
Hasta el momento, los trabajadores autónomos sólo podían adherirse a un plan de pensiones individual, excepto en los casos en los que el propio autónomo promoviera un plan de empleo en su empresa. Sin embargo, la ley de impulso de los planes de pensiones de empleo ha establecido nuevos incentivos financieros y fiscales, introduciendo un nuevo límite de aportación y deducción por contribuciones a los planes de pensiones de empleo.
Aportaciones flexibles, rentabilidad y deducciones
En la actualidad, y tras la entrada en vigor de la Ley 12/2022 de 30 de junio, un autónomo puede aportar hasta un total 5.750 euros anuales a su plan de pensiones simplificado. Como ejemplo, si ya contara con una aportación de 1.500 euros a un plan de pensiones individual o a un plan de pensiones de empleo del que estuviera desvinculado, podría aportar hasta 4.250 euros más. La aportación es absolutamente flexible y el autónomo decide cuánto aportar al plan de empleo simplificado y en qué momento. Sin necesidad de estar asociado a la entidad promotora, podría aportar desde un mínimo de 50 euros y ordenar aportaciones periódicas (mensual, trimestral…) sin compromiso en los importes o en la periodicidad.
Asimismo, los trabajadores que se conviertan en partícipes de estos productos podrán beneficiarse de grandes ventajas fiscales en sus aportaciones a los planes de pensiones de empleo, ya que este ahorro es deducible en la base imponible del IRPF. La desgravación fiscal del total de aportaciones sería la menor de 5.750 euros o el 30% de los rendimientos de trabajo y actividades económicas.
Contar con un plan de pensiones para autónomos, por lo tanto, permitirá complementar la pensión pública, y aportará ventajas tales como la flexibilidad de las aportaciones, la rentabilidad de ese dinero ahorrado y las deducciones fiscales en el IRPF por las aportaciones realizadas hasta un máximo de 5.750 euros en el ejercicio 2024.