David Broncasí, es como ya le conocen algunos en el sector. Y es que Broncano y su equipo se han abonado a la bronca como táctica habitual. Un ‘bullying’ televisivo en el que, prácticamente cada día, ‘La Revuelta’ intenta meter puyas contra ‘El Hormiguero’ y el Grupo Atresmedia. Una táctica de acoso sistemático que cuenta con el beneplácito del nuevo presidente de RTVE, José Pablo López, instaurador en su momento, como director general de Contenidos de la Corporación, de todo tipo de maniobras contra las cadenas privadas.
El acoso de ‘Broncasí’, justificado siempre como referencias humorísticas, es un caso de manual: el presentador de ‘La Revuelta’ y sus escuderos emplean las tácticas de patio de colegio, con menciones y bromas hirientes y con referencias constantes. “Hasta la ‘denuncia’ de robo -que no fue tal- de invitados, que obligó a Motos a replicar, todos los intentos de hacer que ‘El Hormiguero’ bajara al barro les habían salido rana”, explican fuentes de la propia TVE, donde continúan sin dar crédito a lo de aquel episodio. Y más en una Corporación en la que, como reconocen, los Consejos de Informativos han tenido siempre un poder omnímodo.
Sin embargo, la táctica de ‘Broncasí’ tampoco es novedosa, ya que está inventada. Se trata de una maniobra típica de quien busca la competencia a toda costa, basada en el intento de sacar de sus casillas al objeto a batir. La cuestión, y ahí sí es novedad, es que nunca hasta ahora la cadena pública había participado en una maniobra de acoso y derribo de estas características. Y ahí sólo se aprecia un promotor: López.
“La televisión pública siempre ha estado expuesta a manipulación, a propaganda, etc. Pero no en competencia directa con las privadas. Hasta un caso extremo, como el de Gloria Lomana, en el que el PSOE pidió amparo por sus crónicas sectarias contra Joaquín Almunia, acabó con su salida de la Corporación, y eso que gobernaba el PP”, recuerdan trabajadores de TVE, que inciden en que López cuenta con beneplácito gubernamental para operar de esa forma. “Si hace lo que hace es porque está respaldado. Moncloa quiere hacer de TVE no sólo un canal de propaganda y una provisión de fondos para los empresarios amigos de medios, sino también un ariete contra las televisiones no afínes”, apuntan. De ahí, señalan, que López se permita amagar con posibles retornos de publicidad al ente público. “Busca la crispación disfrazada de supervivencia de la pública. Y el fichaje de Sergio Calderón dice bastante”, puntualizan.