La ministra de Sanidad, Mónica García, ha presentado la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028 al Consejo de Ministros, con el objetivo de fortalecer el sector farmacéutico en España. Esta estrategia busca garantizar el acceso a medicamentos de calidad, fomentar la innovación y asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario. Ha sido elaborada por un grupo de trabajo interministerial que incluye varios ministerios y las principales patronales de la industria farmacéutica en el país.
La pandemia de COVID-19 evidenció la vulnerabilidad del sistema sanitario español, resaltando la necesidad de reducir la dependencia externa en la producción de medicamentos. La nueva estrategia se centra en tres aspectos clave: el acceso equitativo a los medicamentos, la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) y la promoción de la innovación y competitividad en la industria. Se integra en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España y contribuye a la Estrategia Farmacéutica Europea.
Futuras crisis sanitarias
Una de las medidas destacadas es la creación de la “Reserva Estratégica basada en las Capacidades Nacionales de Producción Industrial” (RECAPI), que busca asegurar el suministro de medicamentos críticos en futuras crisis sanitarias. Además, la estrategia establece líneas claras para la política farmacéutica en los próximos años, proporcionando estabilidad y predictibilidad en el marco normativo.
Los ejes principales de la Estrategia incluyen garantizar el acceso equitativo a medicamentos, fomentar la investigación y desarrollo (I+D+i), y asegurar la competitividad del sector a través de una cadena de suministro sólida y sostenible. La estrategia promueve un enfoque ecosistémico que reconoce la interrelación entre innovación, producción y acceso a medicamentos, destacando la colaboración entre todos los actores involucrados.
Entre las medidas específicas se encuentran la creación de un sistema para evaluar la eficiencia de las tecnologías sanitarias, mejorar el acceso a medicamentos, fomentar el uso de genéricos y biosimilares, y aumentar la financiación en investigación clínica. La implementación de la estrategia se llevará a cabo mediante un esquema de gobernanza que fomenta la colaboración público-privada, incluyendo comités de seguimiento y espacios de diálogo entre el sector público y privado.
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