La cooptación de Julio Monreal por parte de su antigua pupila, la secretaria de Estado de Comunicación Lydia del Campo, ha sido claramente interpretada por los periodistas que cubren la información gubernamental como parte de una maniobra trazada desde el Ejecutivo para corregir el relato sobre la DANA y, de paso, comerle el turrón a la Generalitat valenciana en los medios de comunicación.
Monreal, exdirector de ‘Levante-EMV’ -considerado el periódico más cercano al PSOE en dicha Comunidad-, es un viejo conocido de Del Campo, a la que nombró subdirectora de dicho medio en su momento.
Esta relación con Del Campo -que llegó a Moncloa semanas atrás tras la renuncia de Ion Antolín al cargo, que estos días ha retornado a sus labores como dircom del PSOE- viene de antiguo y tanto entre los medios madrileños como valencianos se considera una operación para ‘vender’ el relato sanchista sobre la DANA.
De hecho, en su nombramiento se ha resaltado que su principal labor consistirá en ejercer como “enlace” de los Ministerios en esta cuestión, así como con el comisionado gubernamental para la reconstrucción y la Delegación del Gobierno en dicha Comunidad, cuya titular se ha situado como uno de los ejes de la ofensiva del Ejecutivo contra la Generalitat valenciana de Carlos Mazón.
Esta explicación procedente del ámbito del Gobierno ha sido interpretada claramente como una acción para garantizar el relato de Pedro Sánchez con respecto a la gestión de la DANA por parte del Ejecutivo. Asimismo, no se descarta que Monreal contribuya a embarrar el discurso contra la gestión de Mazón, algo que parece no preocupar al presidente valenciano.
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