Los años han cambiado a Jordi Évole (Cornellá de Llobregat, 1974) y su evolución en laSexta es el mejor reflejo de ello. Atrás quedó ese periodista incisivo y con ganas de bronca constante para dejar paso a un entrevistador pausado y curioso, deseoso incluso de conocer el lado más humano del que tiene en frente.
“Hace unos años, seguramente, no habríamos empezado la temporada con Juan y Medio“, confiesa el catalán en la presentación de la sexta temporada de Lo de Évole. El programa, que vuelve a laSexta este domingo, lo hace con un invitado que le ha sorprendido y enriquecido enormemente “por su dimensión humana”.
A lo largo de la temporada Jordi Évole también entrevistará a personajes de la talla del ex presidente de Uruguay Pepe Mújica, Lolita, Dani Martín, Eduard Fernández y la Mala Rodríguez, entre otros.
Pese a la insistencia de Jordi Évole, quien no estará será Isabel Díaz Ayuso. Durante la presentación del programa, que ha tenido lugar en Sevilla, el periodista catalán ha sorprendido a los asistentes llamando al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, a quien le ha pedido que interceda por él para poder entrevistar a la presidenta de la Comunidad de Madrid. “No me cogen el teléfono, no sé si se lo cogen a usted”, ha ironizado.
¿Esta temporada tampoco vamos a ver a Isabel Díaz Ayuso en tu programa?
No, esta temporada tampoco. Se está resistiendo. Yo creo que todo el mundo tiene derecho a decir que no quiere a ir a los programas, y por supuesto ella también. Me sabe mal porque somos un programa muy transversal y en el que hemos tenido todos los presidentes vivos en democracia, sean del signo que sean.
Por nuestro programa ha pasado Felipe González, Aznar, Zapatero, Rajoy, Sánchez… Y no entiendo muy bien el punto este de “cierre” hacia nosotros que tiene Ayuso. Supongo que a la cadena no le acaba tampoco de gustar demasiado. Prefiere ir a Susana Griso… Cosas normales de la vida.
¿Crees que algún día dirá que sí a tu llamada?
Yo creo que sí, yo siempre tengo la esperanza. Yo soy bastante cabezón y soy bastante de perseguir a la presa. Pero si será, pues fantástico porque creo que será una entrevista muy interesante. Entre otras cosas porque tenemos visiones del mundo muy diferentes y a mí eso me parece que enriquece.
Tampoco tengo yo que darle mi visión del mundo. Es ella la que me tiene que explicar qué es eso del liberalismo y esa manera de entender la libertad y de haberse apropiado de palabras que hasta ahora no parecían que fuesen palabras de los partidos de derechas, y en cambio ya ha conseguido un hito que es apropiarse de palabras como libertad. Tiene que ser una crack.
¿Pero qué excusa os pone? ¿O directamente os dicen que no?
No, no hay excusa. O sea, no quiere. Si tú llevas pidiendo una entrevista cuatro años y ves que esa persona se cierra… Además, que Ayuso debe dar a la semana unas 77 entrevistas. Que no haya tiempo para nosotros es una evidencia de que no hay voluntad.
¿Y crees que es más por ti o por la cadena? Porque hay otros programas de la competencia a los que tampoco quiere ir y no saben las razones
No los conozco esos programas.
El de Risto Mejide en Cuatro, Todo es mentira.
Pues no lo sé. Risto y yo creo que lo único en común que tenemos es que somos catalanes, pero más allá de eso tenemos estilos bastante diferentes. Pero vamos, que me creo que tampoco quiere ir a otros programas. Insisto en la idea de que cada invitado puede ir a donde le dé la gana, por supuesto.
¿Crees que los políticos y servidores públicos deberían responder y no discriminar a los medios?
Ojalá fuese así, pero también creo que ellos tienen la excusa de decir “no, no, si yo tengo entrevistas, si yo aparezco en los medios… no es que yo esté escondido en casa o escondida en casa”. Creo que sería muy bueno que que personajes que no los ves muy asociados a la línea editorial de una cadena, de un periódico, de una radio precisamente fuese a esos sitios a los que fuesen esos invitados.
Creo que de ahí van a salir conversaciones mucho más ricas que las que se dan cuando tú vas a un lugar donde todo es cómodo, donde las preguntas son jabón y donde no te ponen en aprietos. Hubo un ejercicio que hizo Pedro Sánchez en la última campaña electoral y es que él, de golpe y porrazo, decide ir a los sitios donde no había ido nunca.
Decide ir a Alsina, por ejemplo. Decide ir a Ana Rosa (Quintana), decide ir a El Hormiguero, que había tenido sus más y sus menos con ellos… y es una pena que un año y medio después yo no lo he vuelto a ver en esos programas incómodos. Yo no le he vuelto a ver con Alsina me encantaría verle con Carlos Herrera, me encantaría verle con Vicente Vallés…
No sé, creo que los políticos en eso se confunden y admiro mucho a los profesionales de la entrevista política. Yo he hecho muchas entrevistas políticas, pero siempre hay gente a la que admiras más. Yo admiro muchísimo a Carlos Alsina.
Esta semana, por ejemplo, le ha hecho una entrevista a Feijóo que es de manual porque tiene todo lo que tiene que tener, y además sin crispación, sin acritud, simplemente rebatiéndole los argumentos con datos y con evidencias que dejaron a Feijóo en un lugar bastante “regulero”.
Este grupo (Atresmedia), y especialmente en Onda Cero, te puedes encontrar a Alsina por las mañanas y a Julio Otero los fines de semana, que no tiene nada que ver la línea editorial de uno y de otro. Nos pasa también creo que en laSexta, donde hay también programas de diferentes caracteres.
¿Va a haber alguna entrevista a algún político actual en esta temporada?
Vamos a tener a Gabriel Rufián, que es un invitado con el que yo he tenido muchas diferencias públicas, sobre todo en el momento del procès en Cataluña. Digamos que tanto Rufián como yo cumplíamos unas características que eran muy interesantes para el mundo independentista, que era ser hijos de inmigrantes.
Él lo enfocó hacia que un hijo de inmigrante podía ser sin ningún problema independentista y yo eso, que lo respeto totalmente, era el hijo de inmigrantes que no era independentista y tuvimos alguna agria polémica con Gabriel Rufián. Creo que la entrevista va a partir de unos recuerdos no muy bonitos porque seguramente yo recurriré a a buscar artículos que yo he escrito o que él ha escrito en los que hemos hablado el uno del otro y no con demasiada simpatía.
Creo que precisamente puede ser un buen ejemplo de cómo en un momento como este, donde la polarización está constantemente en la boca de todo el mundo… pues estas tensiones ayudemos también desde los medios a relajarlas.
Hace unos años la política era un tema central en Salvados. ¿Qué implicación social crees que hay ahora respecto a la política? ¿Hay más desafección ahora que antes?
Este es un país curioso porque siempre tenemos la sensación de que hay muchísima desafección por la política, pero luego llegan las elecciones generales y los índices de participación son altísimos si lo comparas con los índices de participación habituales que puede haber en Francia.
Yo creo que hay un punto de hartazgo de la política; sobre todo por cómo los políticos han decidido participar en esa vida política, que a veces parten más del show que no de la eficacia o del mensaje más constructivo. Están más pendientes de la sesión de control y de ver cómo van a quedar en los 20 segundos del Telediario que no de lo que realmente se está diciendo allí.
En las sesiones de control pasa una cosa extraordinaria y es que llevan una pregunta, la hacen, el presidente responde con una respuesta que lleva escrita, pero es que la repregunta también la lleva escrita el político, y la “re-respuesta” también la lleva escrita Pedro Sánchez. Es una cosa que dices “¿dónde está la espontaneidad? ¿Dónde está el punto aquel que veías a parlamentarios brillar en el estrado porque tenían la capacidad de elaborar un discurso improvisado?
Íñigo Errejón vuelve a estar de plena actualidad. ¿Le entrevistarías?
Sí, claro que le entrevistaría.
¿Te sorprendió?
Creo que a todos nos sorprendió. Creo también que el daño que le ha hecho el caso Errejón al sector que está a la izquierda del PSOE se va a notar en las próximas elecciones.
Ahora que Lo de Évole es un formato asentado y miras atrás. ¿Echas de menos Salvados? ¿Estás disfrutando más esta etapa en la que estás un poco alejado de la política?
Lo estoy disfrutando mucho más, pero eso también creo que tiene que ver con la edad. Yo hice Salvados y me lo pasé muy bien, aprendí muchísimo, pero la presión que yo tuve haciendo Salvados creo que de alguna manera también me pasó factura. No creo que esto que me pasa de la narcolepsia o la cataplejia sea gratuito y seguramente viene por subidones de estrés que en Salvados eran muy habituales.
Era un programa que te hacía estar al límite durante muchos meses al año. Hacíamos 20 programas en la última época, pero llegamos a hacer 35. Desde luego es el formato que marcará mi vida profesional, pero también fue un formato que me quitó muchas cosas del ámbito personal.
Ahora que lo veo con perspectiva… me costaba dar la respuesta de por qué dejaba Salvados, pero con el tiempo me alegro infinito porque Salvados se ha mantenido y ha sobrevivido a mí perfectamente con Gonzo, y eso para mí es un orgullo enorme.
Aquí (en Lo de Évole) me he encontrado más conmigo mismo. A mí hay un momento personal y profesional de mi vida que me cambia mucho, que es la entrevista a Pau Donés. A partir de ese momento ví que tenía que hacer una especie de periodismo con entrevistas más humanas, que no deja de ser periodismo, pero es otro tipo de periodismo.
Quien espere de mí que siga metiendo caña, que entreviste a Ayuso a cara de perro… es que tampoco haría una entrevista a cara de perro ahora con Ayuso ni con Moreno Bonilla, ni con Pedro Sánchez, ni con Gabriel Rufián. Haría una entrevista donde habría un factor humano que hace diez años no hubiese brillado tanto.
Ya en tu faceta de productor, ¿qué valoración haces de los primeros programas de Al cielo con ella (RTVE Play), de Henar Álvarez?
Yo estoy muy feliz de que seamos los productores del primer programa que hace Henar (Álvarez) en televisión. Que la cadena pública haya apostado por él a mi me parece una muy buena noticia. Creo que Henar representa algo que no existía y que es un programa exclusivamente para mujeres o enfocado a las mujeres.
Ojalá que haya ese salto a alguna cadena nacional más allá de RTVE Play, pero yo no tendría prisa. Le diría a Henar que poquito a poco. Yo creo que los programas es bueno que se rueden, que tengan su evolución.
Mira lo que ha pasado ahora con Marc Giró; empezó en RTVE Play, luego se fue a La 2 y ahora ha pasado a La 1, pero ya lleva tres temporadas. Es un programa rodado. Es un poco también lo que le hemos visto a Broncano, que llega a la TVE con un programa que llevaba ocho temporadas en Movistar. Han llegado con el culo peladísimo para hacer ese programa.
¿Cuánto pesan los índices de audiencia en esta temporada en los proyectos que manejas actualmente? ¿Añoras aquellos cuatro millones que generaba Pablo Iglesias con una charla en una escalinata en Ecuador?
Evidentemente estoy pendiente de la audiencia. Yo los lunes por la mañana me levanto con esa inquietud de decir “¿qué habrá pasado?”. Porque además las audiencias es un examen semanal que tú ya puedes haber estudiado mucho, pero como ese día te pongan un Madrid-Barça date por jodido.
Por eso yo quiero hacer programas que se vean, y que se vean mucho. Sé que no vamos a volver nunca más a los índices del cara a cara entre Pablo Iglesias y Albert Rivera, por ejemplo, o cuando hicimos la noche del 23F. Era un momento de la televisión que no es el actual. Ahora hay mucha más fragmentación, hay muchos más canales, hay muchas otras plataformas.
Seguiremos Informando…
