La línea de defensa trazada por Iñigo Errejón desató las alarmas en Mediaset el pasado viernes por la mañana al conocerse que el político solicitaba los contratos del grupo con la actriz Elisa Mouliaá, que lleva semanas haciendo una tournée en sus platos que ha levantado intensos rumores en el sector televisivo.
El excargo de Sumar y exfundador de Podemos se agarra a que Mouliaá habría sacado un beneficio económico de su denuncia, poniendo como ejemplo las contradicciones entre la dureza psicológica de su interrogatorio y su aparición, un día después de su declaración judicial, en un programa de Mediaset para contar cómo se desarrolló aquel.
En concreto, la defensa de Errejón quiere chequear presuntos cobros de Mouliaá a cuenta de espacios vinculados a Mediaset como ‘TardeAR’, producido por Unicorn -propiedad de Ana Rosa Quintana, también su presentadora-, y ‘De Viernes’, presentado por Santi Acosta y realizado por Mandarina, a la que en su momento también estuvo vinculada la actual ‘dircom’ de Mediaset, Sandra Fernández.
La petición de los letrados del político ha vuelto a poner sobre el tapete una cuestión que provocó una durísima crisis reputacional a Mediaset: los pagos a personajes controvertidos, vinculados en ocasiones a sucesos y otras actividades. Todavía se recuerda, por ejemplo, los millonarios pagos al ‘pequeño Nicolás’ por parte de Zeppelin para gozar de su exclusividad en Telecinco.
Igualmente, no puede olvidarse que la polémica acompañó a Cuarzo cuando uno de sus equipos cortejó al asesino de Anabel Segura a su salida de prisión para, posteriormente, emitir su testimonio en uno de sus espacios en Cuatro. O el pago a la madre del Cuco, presunto asesino de Marta del Castillo, en ‘La Noria’, que precipitó el final del programa ante la indignación de la sociedad.
Con la actual situación que vive Mediaset, no extraña que a algunos se les hayan encogido hasta las pelusas del ombligo al tener constancia de la petición realizada por la defensa de Errejón.
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