El Patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha decidido destituir a su directora, María Blasco, en una reunión celebrada sin su presencia. La medida también afecta al director gerente del centro, Juan Arroyo, poniendo fin a una etapa marcada por la controversia y las críticas sobre su gestión.
A pesar de las ruedas de prensa y reuniones convocadas por Blasco en los últimos días para defender su permanencia en el cargo, el Patronato optó por relevarla, una decisión que, según la agencia EFE, aún no ha sido confirmada oficialmente por el CNIO.
Acusaciones y defensa de Blasco
La dirección de Blasco había sido objeto de diversas acusaciones que incluían presuntos gastos irregulares en actividades artísticas, viajes y supuestos casos de acoso laboral. Ante estas señalamientos, la científica denunció lo que calificó como “una campaña de bulos y desinformación encaminada a desprestigiar a la ciencia de excelencia, al CNIO y a mi persona”.
Con el apoyo del Abogado del Estado, Blasco solicitó rectificaciones a diversos medios de comunicación y anunció acciones legales contra aquellos que no corrigieran las informaciones que consideraba difamatorias. Además, trasladó a la Fiscalía sospechas de irregularidades en la contratación de servicios por un monto de 2,5 millones de euros, señalando a Arroyo como responsable de estas presuntas anomalías.
Un intento fallido de continuar en el cargo
En un último intento por mantenerse en la dirección del CNIO, Blasco envió una carta abierta al Patronato en la que expresaba su deseo de completar su mandato y asegurar una transición ordenada.
“Solo quiero poder culminar mi tarea para que llegue otra persona y construya sobre lo logrado”, afirmó en su misiva. Además, denunció que “no es la primera vez ni será la última que se destruye la imagen de una directora de un centro de investigación o de una universidad con mentiras y todo tipo de acusaciones falsas”.
Sin embargo, sus argumentos no lograron revertir la decisión del Patronato, que ha puesto fin a su gestión y la de su director gerente. La destitución de ambos deja ahora un vacío en la dirección del CNIO, cuya futura gestión quedará en manos de los nuevos responsables que designe la institución.
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