La empresa española líder en el sector de los operadores integrados de hidrógeno verde, HVR Energy, anunció recientemente el nombramiento de Santiago Ramas como nuevo director general, entre otros objetivos, para explorar nuevos horizontes en la producción de hidrógeno verde. Así, desde PRNoticias, ahondamos en el conocimiento de esta forma de energía en España, ¿de dónde viene y hacia dónde va?
El hidrógeno verde es una fuente de energía clave en la estrategia de España para alcanzar la neutralidad climática, descarbonizar la economía y alcanzar un sistema eléctrico 100% renovable para 2050, en el marco de la política energética y climática determinada por la Unión Europea (UE). Este tipo de hidrógeno no produce emisiones de carbono, lo que lo convierte en un componente esencial para sectores difíciles de electrificar y sistemas energéticos aislados.
Para Ramas, España se encuentra en un buen momento para desarrollarlo, y cree que es posible alcanzar las metas. Pero para ello, deben estar alineados la empresa pública, la privada y la sociedad, además de los medios de comunicación, y así desarrolla su planteamiento.
Hidrógeno verde, ¿en qué etapa del proceso se encuentra España hacia la transición energética impulsada por esta fuente de energía?
España, al igual que el resto del mundo, se encuentra en un momento clave, decisivo y lleno de oportunidades. Desde hace años, se ha apostado por el hidrógeno verde como vector energético fundamental en la transición hacia la descarbonización. Se han realizado grandes esfuerzos para que el hidrógeno reemplace progresivamente a los combustibles fósiles en distintos sectores, especialmente aquellos de difícil electrificación. En las primeras etapas, se impulsaron proyectos de investigación para madurar la tecnología. Posteriormente, se trabajó en su industrialización a pequeña y mediana escala. En los últimos años, hemos comenzado a desplegar e instalar estos sistemas de forma operativa.
¿Cómo han sido los inicios?
Como es lógico, los inicios siempre son complejos, con avances y obstáculos. Así ocurre con todas las tecnologías emergentes. A pesar de los retos, hemos alcanzado importantes éxitos que auguran un futuro prometedor. No obstante, es natural que sigan surgiendo fracasos, inherentes al proceso de maduración tecnológica. Actualmente, en España y en muchos otros países, contamos con electrolizadores que producen hidrógeno verde, equipos que lo comprimen a alta presión y lo almacenan para su transporte hacia los puntos de consumo. Disponemos de hidrolineras donde este hidrógeno se suministra a vehículos, como coches, autobuses e incluso camiones de basura. En definitiva, se ha avanzado mucho y se ha invertido una enorme cantidad de dinero, esfuerzo y talento para llegar hasta aquí. Ahora es el momento de seguir acelerando y escalar estos proyectos, tanto en número como en tamaño, para consolidar el papel del hidrógeno verde en nuestro sistema energético.
¿Llegaremos en 2030 a cumplir los objetivos?
Para 2030, tenemos ante nosotros varios objetivos ambiciosos. Avanzamos con paso firme, pero será imprescindible seguir pisando el acelerador para alcanzarlos. Es fundamental estar convencidos de que es factible. ¡Y lo es!
¿Cuáles objetivos son claves?
Entre todos estos objetivos, quiero centrarme en uno clave para la movilidad sostenible en Europa: el desarrollo de hidrolineras, ya que serán esenciales para impulsar la creación de flotas de vehículos impulsados por hidrógeno. Precisamente, esa necesidad fue uno de los motivos que nos llevó a desarrollar el proyecto ACTIVA H2. Este proyecto consiste en la instalación de hidrolineras que requieren un 75% menos de inversión, gracias a su integración en estaciones de servicio existentes, lo que agiliza significativamente su puesta en marcha. Con esta solución, podremos acelerar el despliegue de infraestructuras de hidrógeno. Hemos logrado financiación a través del programa CEF (Connecting Europe Facility), con la que instalaremos 20 hidrolineras antes de mediados de 2027, y tenemos como objetivo sumar otras 50 antes de que termine 2028. Este proyecto es un claro ejemplo de cómo, con voluntad y tecnología, podemos cumplir los objetivos de descarbonización para 2030.
¿Cree posible un sistema eléctrico 100% renovable para 2050?
Creo que siempre y cuando las instituciones públicas y las empresas privadas sigamos trabajando en la misma dirección, esto será posible. Los resultados deben construirse año a año para poder generar condiciones de mercado, tanto en la oferta como en la demanda, para que la movilidad sostenible sea accesible, por precio y por infraestructuras.
Automóviles, autobuses y trenes, están comenzando a utilizar hidrógeno verde… ¿en qué proporción? ¿Llegará el 100% del parque automotor de España a usar esta energía?
Por el momento es en una proporción muy, muy, pequeña. Pero no hay que desalentarse por esto. Roma no se construyó en un día, se hizo ladrillo a ladrillo. Estamos al inicio de un futuro prometedor y el hidrógeno jugará el papel que le corresponde en movilidad. No es competencia del vehículo eléctrico de batería. No están enfrentados. Cada tecnología tendrá su nicho.
¿Qué hace falta para avanzar más en este sentido?
Como he comentado antes, es muy importante que no quitemos el pie del acelerador; y si es posible que lo pisemos un poco más. Tenemos grandes tecnólogos proponiendo cada día avances increíbles y financiación pública que acompaña a la financiación privada dispuesta a asumir los riesgos de los inicios de la transición energética. Y todo esto está motivado e impulsado por objetivos claros de descarbonización fijados para fechas concretas. Es fundamental que estos objetivos no se relajen, sino que se refuerce aún más la necesidad de llegar a estos. Que es posible y lo conseguiremos, sólo hay que seguir trabajando duro y enfocados.
¿Qué le pide el sector al legislador para lograrlo?
Europa ya ha realizado una clara apuesta por el hidrógeno con normas y recursos que estamos utilizando para demostrar que estamos ante un hito de la transición energética. Sin embargo, hay acciones que pueden facilitar nuestro trabajo como: Agilizar permisos ambientales y administrativos para nuevos proyectos de hidrógeno verde; Planes nacionales para el despliegue de electrolizadores, redes de transporte y estaciones de hidrógeno; Implementar incentivos para flotas de vehículos de hidrógeno, como camiones, trenes y autobuses; Implementar incentivos que permitan competir al hidrógeno verde con combustibles fósiles.
¿Y qué le pide a la industria, la empresa privada, los bancos…?
Confianza. Ninguna de las grandes tecnologías que tenemos hoy empezó siendo barata o accesible. Entender que estamos en un momento crucial para su desarrollo es clave y como desafío colectivo es necesario unir a las mejores mentes para hacer del hidrógeno verde una alternativa con amplio alcance.
¿Y a la sociedad?
Estar dispuestos al cambio. Sabemos que hoy en día todo parece estar cambiando y esto produce altos grados de incertidumbre. Pero los cambios en los que estamos trabajando siempre están enfocados en traer mejores productos y servicios, que sean competitivos en costo y que signifiquen una alternativa apetecible con un claro beneficio ambiental. Cambiar no es fácil, pero nosotros estamos trabajando para que sea fácil.
¿Y a los medios de comunicación?
Estamos en un mercado incipiente que necesita el esfuerzo de todos para crecer, con la firme convicción de que el hidrógeno verde será clave para que la sociedad y las empresas alcancen sus objetivos de sostenibilidad. Es cierto que aún existen muchas incógnitas en torno a la industria del hidrógeno verde. Por eso, es fundamental comunicar desde una base técnica y rigurosa, proporcionando a empresas y ciudadanos la mejor información posible. Como mencioné antes, en esta etapa inicial es normal encontrar una combinación de éxitos y fracasos. A menudo, las malas noticias acaparan más atención que los logros, pero lo realmente importante es que, aunque pasen más desapercibidos, son los éxitos los que marcan el camino y nos acercan a un futuro más sostenible.
Seguiremos Informando…










