El Gobierno guardaba un as bajo la manga por si la operación Prisa fallaba. Una posibilidad que finalmente ocurrió cuando Joseph Oughourlian acabó echando por tierra el proyecto de la televisión sanchista. Sin embargo, la maniobra para tener una cadena afín en la TDT sigue su curso, y ahora entra en escena Telefónica.
La compañía de telecomunicaciones ha sido noticia en las últimas semanas; primero, a raíz de la salida de José María Álvarez-Pallete y la llegada de Marc Murtra a la presidencia; y más recientemente, por la incorporación de Javier de Paz como presidente de Movistar Plus+, cargo que hasta ahora ocupa Sergio Oslé.
El relevo en esta área tan importante no es casualidad. Fuentes del sector aseguran que con Javier de Paz al frente, Movistar Plus+ inaugura una nueva etapa a todos los niveles, dando por cerrado un ciclo donde los cambios en la estrategia de programación han sido una constante.
Asimismo, la cercanía del nuevo presidente de la plataforma de Telefónica servirá para que desde la Moncloa acometan una nueva intentona por tener su televisión sanchista. Javier de Paz mantiene una estrecha relación de amistad con José Luis Rodríguez Zapatero, siendo además una persona cercana al Gobierno.
De ahí que uno de los objetivos que se plantean en Telefónica sea participar en la subasta de la TDT que se licitará en los próximos meses. Sin embargo, y pese al desmarque de Prisa, algunos de los accionistas críticos con Oughourlian podrían entrar en la operación, que estaría liderada por el defenestrado José Miguel Contreras.
La llegada del nuevo presidente Marc Murtra a Telefónica abre todo un abanico de posibilidades en un momento clave. Con la vista puesta en las elecciones de 2027, en la Moncloa son conscientes de lo que se juegan y buscarán evitar por todos los medios una mayoría conservadora.
En los tiempos que corren -con un cerco judicial cada vez más llamativo- no está de más contar con una televisión nacional, creen en las filas socialistas, que ya negocian con los accionistas afines de Prisa para dar salida a una cadena con clara inclinación progresista, pero esta vez, de la mano de Telefónica.
El fracaso de Prisa abre la opción de Telefónica
Pese a esta nueva maniobra, la primera opción del Gobierno era lanzar una cadena afín bajo la tutela de Prisa, principal grupo mediático de nuestro país y uno de los apoyos más evidentes con los que cuenta Pedro Sánchez.
El revés de Oughourlian ha sido tal, que en Moncloa han llegado a temer por un cambio en la línea editorial de El País o la Cadena SER. Una posibilidad difícil de imaginar teniendo en cuenta que la mayoría de los fieles a ambos medios son votantes progresistas.
Sin embargo, en Ferraz tardarán tiempo en olvidar este “jaque mate” perpetrado por el díscolo inversor franco armenio. Además, pese a las intenciones de sacarle del grupo, todo apunta a que Oughourlian no cederá ante las presiones de la Moncloa para vender su paquete accionarial (29,8%) por menos de 500 millones de euros.
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