La generación Z ha cambiado de manera radical el mercado laboral. Los nacidos entre finales de los 90 y principios de los 2000 han traído consigo nuevas expectativas en cuanto a la cultura empresarial y la forma en que las organizaciones se comunican con sus equipos, poniendo la transparencia, la inmediatez, la flexibilidad o el compromiso con los valores corporativos por encima de otros aspectos que eran valorados más por sus predecesores.
A diferencia de estos que priorizaban la estabilidad y el crecimiento dentro de una misma compañía, la Gen Z busca entornos laborales donde se sientan escuchados, donde las jerarquías sean menos rígidas y donde la comunicación sea más horizontal. Ante este panorama, muchas empresas han tenido que replantearse su comunicación interna, adoptando estrategias más dinámicas y adaptadas a estos nuevos profesionales. Tal y como explica Pedro Soto, director del Área de Comunicación Interna de Estudio de Comunicación, “la comunicación interna exige capacidad de adaptación y evolución a nuevas tecnologías, innovar en los formatos con los que nos acercamos a las personas y valentía a la hora de afrontar temas con los que no muchos se atreven”.
Asimismo, Christian Martínez, Dircom de Ogilvy Barcelona, explica que una comunicación interna inexistente o relegada al ostracismo afecta a la reputación y credibilidad de cualquier empresa y, si no se le da la importancia necesaria, puede hacer que surjan una serie de problemas en el discurso comunicativo que afecten tanto al clima laboral interno como a la productividad y la imagen de la organización.
Pero, ¿cuáles son entonces las claves para adaptar la comunicación interna a las demandas de la nueva generación de trabadores?
Del correo electrónico al Teams y al WhatsApp
Para la Gen Z, el correo electrónico es percibido como lento y burocrático. En su lugar, prefieren plataformas como Slack, Microsoft Teams o incluso WhatsApp, donde pueden interactuar de manera más directa y rápida. Empresas como Duolingo o Glovo han implementado chats grupales y canales internos más informales, permitiendo una comunicación fluida sin la rigidez de los correos tradicionales. Sin embargo, el reto para las organizaciones es evitar la sobrecarga de mensajes y establecer límites claros entre la vida personal y laboral.
Una cultura de feedback continuo y sin reuniones interminables
El modelo tradicional de evaluaciones anuales ha quedado obsoleto para esta generación. En su lugar, prefieren recibir retroalimentación en tiempo real y de manera constante. Empresas como Google han desarrollado sistemas de feedback instantáneo, utilizando herramientas como Workday o Lattice para permitir que los empleados reciban comentarios de sus supervisores y compañeros sin necesidad de reuniones extensas. La clave está en fomentar un entorno en el que la comunicación sea bidireccional y en el que los trabajadores se sientan parte activa de la toma de decisiones.
Un nuevo lenguaje corporativo: memes y emojis
La comunicación interna también ha cambiado en su tono y estilo. En muchas empresas, especialmente en el sector tecnológico y startups, los mensajes corporativos han adoptado un tono más desenfadado. Algunas compañías han incorporado memes, GIFs y emojis en sus comunicaciones internas para hacerlas más cercanas.
Comunicar más allá del sueldo
Para la Gen Z, el salario no es el único factor determinante a la hora de elegir una empresa. Buscan organizaciones con un propósito claro y con valores alineados con los suyos. La coherencia entre el discurso y las acciones es fundamental para generar confianza entre los empleados jóvenes.
Una comunicación interna híbrida, visual y participativa
Con el auge del trabajo híbrido y la digitalización, la comunicación interna sigue evolucionando, y algunas empresas han comenzado a utilizar videos cortos en formato TikTok para compartir actualizaciones, mientras que otras han experimentado con transmisiones en Twitch o Discord para fomentar la participación de los empleados. La gamificación también se está consolidando como una estrategia efectiva para aumentar el engagement y la sensación de comunidad dentro de las organizaciones.
Seguiremos Comunicando…