Siete de cada diez españoles asegura sentirse descontento con el gobierno, las empresas, los medios y las ONG, lo que sitúa a España entre los países con peor percepción de estos organismos a escala mundial. Esta es una de las principales conclusiones del Edelman Trust Barometer 2025, que la firma presentó ayer en el Espacio All in One, de CaixaBank, y que contó con la participación de Emilio Doménch, Periodista y Fundador de WATIF; José Fernández Albertos, Secretario General de Política Nacional en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España; María Teresa Gómez Condado, Directora General de CEOE Campus, y Diego Garrocho, Profesor titular de Ética y Filosofía Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Asimismo, Lucía Carballeda, co-general manager de Edelman Spain, fue la encargada de presentar los datos, mientras que Pelayo Alonso, co-general manager de Edelman Spain, fue el moderador de la mesa redonda.
El informe identifica cuatro causas principales detrás de ese descontento. En primer lugar, el pesimismo sobre el futuro: solo el 22% cree que la próxima generación vivirá en mejores condiciones. En segundo lugar, la desigualdad en la confianza según el nivel económico, con una diferencia de 11 puntos entre quienes tienen ingresos altos y bajos (Índice de Confianza de 50 frente a 39). En tercer lugar, un nivel de desconfianza sin precedentes en los líderes institucionales: cerca del 80% de los encuestados teme que los políticos falten intencionadamente a la verdad. Y por último, la incertidumbre sobre qué fuentes de información son fiables, con España liderando la lista de países donde más preocupa la dificultad para distinguir entre información veraz y desinformación, inquietud que afecta a un 70% de los encuestados.
“Más allá de la brecha económica, observamos una mentalidad de ‘suma cero’ en la que cualquier beneficio para quienes tienen una visión política opuesta se percibe como una pérdida propia, lo que erosiona la cohesión social”, señaló Lucía Carballeda. “Hemos pasado de la polarización al descontento y la sensación de agravio, lo que impacta directamente en la confianza en las instituciones”.
En este escenario de malestar, el activismo hostil se consolida como un medio legítimo de protesta para 7 de cada 10 jóvenes. Este concepto abarca desde ataques en redes sociales hasta la difusión de desinformación, amenazas, violencia y daños a la propiedad.
Las empresas siguen siendo la entidad con mayor nivel de confianza
El Trust Barometer 2025 también evidencia un deterioro de la confianza en las instituciones españolas, revirtiendo la tendencia positiva del año anterior. Aunque las empresas siguen siendo la entidad con mayor nivel de confianza (53%), su puntuación ha caído 3 puntos. Aun así, se las sigue considerando las únicas instituciones que combinan ética y competencia, destacando el sector salud (77 puntos), alimentación y bebidas (74), hotelería (74) y tecnología (74). Además, el sector industrial (+11 puntos) y el de alimentación y bebidas (+8) son los que han experimentado mayores avances.
Sin embargo, independientemente de su nivel de descontento, casi el 90% de los encuestados espera que las compañías ofrezcan empleo bien remunerado y formación para el futuro. Asimismo, los CEOs cuentan con respaldo social para abordar problemas cuando afectan a clientes, empleados o comunidades, aunque este apoyo varía según el nivel de descontento.
“Las empresas se enfrentan a reacciones negativas de quienes se oponen a su papel como catalizadoras del cambio social”, explica Pelayo Alonso, co-director general de Edelman Spain. “Cambiar el sentimiento de descontento de toda la sociedad requerirá un esfuerzo conjunto entre instituciones para abordar temas como la integridad de la información, la estabilidad económica, la sostenibilidad y el futuro de la IA”.
En cuanto a los líderes gubernamentales, se aprecia cómo su legitimidad se refuerza cuando logran mejoras tangibles en la vida de los ciudadanos, aunque la probabilidad de que sean respetados es 14 puntos menor entre quienes experimentan mayor malestar.
Por su parte, los medios de comunicación han mantenido estable su nivel de confianza, aunque sigue siendo bajo. Estos enfrentan la demanda de una mayor imparcialidad, ya que el 80% de los encuestados con alto nivel de descontento cree que estos priorizan la atracción de audiencia o la defensa de una ideología antes que la objetividad informativa.
En este sentido, Emilio Domenech, periodista y fundador de WATIF, destacó la importancia de hacer autocrítica. “La obsesión por los algoritmos y el clickbait es uno de los motivos por los que el público desconfía de los nosotros”.
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