Prisa vive momentos tensos mientras Josep Ourghoulian y sus fieles, por un lado, y los accionistas agrupados en torno a Global Alconaba, por otro, se preparan para la lucha final que tendrá lugar en junio, en un choque que se prevé ‘caliente’.
Unos y otros son conscientes de que, en apenas algo más de dos meses, tienen que mover fichas para evitar ser comidos por los contrarios. Esta situación genera momentos que, según fuentes internas, no están resultando nada agradables de llevar, especialmente para directivos y mandos que están excesivamente vinculados al entorno más progubernamental del Grupo.
Por ahora, Ourghoulian sigue pilotando los mandos desde su puesto mientras su oposición recurre al Ejecutivo – y sus presiones de todo tipo-, sin que puedan evitar ‘zurriagazos’ como el de días atrás, en el que el primer ejecutivo de Prisa comparó discretamente pero de forma clara a Pedro Sánchez con Francisco Franco por su intento de mangonear, a través de sus peones, en el Grupo.
Como ya señalamos en PRNoticias, esta situación ha obligado a múltiples deudos de los directivos salientes o de la oposición a guardar silencio, presumiblemente a la espera de mejores tiempos que no se sabe si volverán.
Estos días, por ejemplo, todas las miradas en el Grupo han estado pendientes de Pepa Bueno, protegida del fallecido Miguel Barroso y directora de ‘El País’, que tuvo que tragarse la tribuna de su presidente sin rechistar.
No es el único caso, pero sí ha sido el más evidente de forma reciente. La psicosis que, según indican desde Prisa, viven en la nómina de colaboradores de los medios de Prisa es manifiesta.
Por eso el desenlace de este verano resulta de vital importancia, ya que dentro del Grupo se da por hecho que, en función de lo que salga, pueden cambiar muchas variables en los medios de Prisa. La idea generalizada es que si Ourghoulian consigue mantenerse al frente del Grupo, habrá cambios de calado de cara a la nueva temporada.
Por supuesto, ambos contendientes son conscientes de que para llegar a desbancar al otro necesitan el apoyo de Vivendi, cuyos intereses se reparten por diferentes entornos y en cuyo interior se dan numerosas variables, incluida la ideológica. Pero esa es otra historia.
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