Se avecinan cambios de calado en la composición del Consejo de Administración de Prisa. La guerra civil desatada entre las dos facciones operantes, de la que hemos informado puntualmente en PRNoticias, ha tenido consecuencia la reducción de la mesa, que pasará de 15 a 11 miembros.
Precisamente, esta semana está fijada una reunión del Consejo, donde se tratará esta cuestión aprobada el pasado mes de febrero, cuando se hizo efectivo el cese disfrazado de dimisión de Carlos Núñez como CEO de Prisa Media, quien también ocupaba un asiento en el máximo órgano de gobierno del grupo.
La reducción de los miembros deberá ser aprobada en la próxima Junta de Accionistas, prevista para el mes de junio. Desde la compañía justificaron la decisión señalando como objetivo “simplificar el modelo de gestión de Prisa y su grupo”.
Así pues, en caso de aprobarse esta medida, tres de los 14 miembros actuales dejarán de tener una silla en el Consejo de Administración de Prisa. El pulso que Pedro Sánchez le está echando a Joseph Oughourlian invita a pensar que Andrés Varela Entrecanales podría salir del órgano por su afinidad con el Gobierno.
Fuentes cercanas a Prisa también apuntan a la salida de quienes apoyaron que Prisa optara a la televisión promovida desde la Moncloa. Entre ellos está Varela Entrecanales (Global Alconaba) y dos consejeras independientes, María José Marín e Isabel Sánchez.
La refinanciación de la deuda: otro quebradero de cabeza
Además de la reducción del número de miembros, otro de los asuntos que se tratará será la refinanciación de la deuda del grupo. Es uno de los grandes “debes” de la dirección de Prisa pese a que en los últimos meses ha logrado reducirla considerablemente.
Actualmente la deuda es de de 750 millones de euros y está previsto que esta se mantenga hasta, al menos, el año 2030. El objetivo es aprobar la refinanciación lo antes posible, aunque esta podría posponerse hasta la reunión del próximo mes de abril.
En caso de aprobarse, Oughourlian reafirmará su liderazgo al frente Prisa después de la batalla que ha mantenido con la Moncloa durante las últimas semanas. El empresario quiere afianzar su poder y mandar un nuevo mensaje al Gobierno tras su victoria con la cuestión de Tele-Pedro: hay Oughourlian para rato.
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