En la Tierra a lunes, marzo 31, 2025

NITID PUBLICA LA PRIMERA EDICIÓN DE SUS #NITIDREPORTS

Cien días de la Comisión Von der Leyen II: Entre lo urgente y lo importante

PRNOTICIAS HABLA CON JAVIER BALMASEDA, DIRECTOR DE EU AFFAIRS EN NITID 

“Pese a que Trump ni siquiera ha completado sus propios 100 días, ya no hablamos de amenazas, sino de hechos consumados. Dos especialmente preocupantes para la UE requieren una respuesta inmediata: El movimiento de la Administración estadounidense para dejar a la UE fuera de la mesa de negociación sobre el fin de la guerra en Ucrania, y los aranceles impuestos al acero y al aluminio europeo”. Javier Balmaseda

Los cien días de Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea han sido una combinación entre la gestión de lo urgente y los primeros pasos de una estrategia a largo plazo sobre los temas clave para Europa. Hay que recordar que cuando asumió este segundo mandato se encontró con un contexto internacional convulso y cambiante y una opinión pública europea polarizada, con discursos euroescépticos en su punto álgido, como quedó patente en las elecciones europeas y en sucesivas citas electorales en los Estados miembro.

Esta valoración la hace Javier Balmaseda, Director de EU Affairs en NITID Corporate Affairs, a propósito de la publicación de la primera edición de los #NITIDReports dedicado a Los primeros 100 días de la nueva Comisión Europea, un documento de 35 páginas que desgrana cómo está siendo esta legislatura. En conversación con PRNoticias, Balmaseda amplía su visión y estima cómo será la relación de Europa con otras potencias como China, Rusia e India en este contexto de incertidumbre con EE. UU.

¿Ha cumplido la nueva Comisión con las expectativas o ha habido cambios en su gestión? ¿Qué factores han influido en esos cambios?

Había un factor que era previsiblemente imprevisible, la elección de Trump.  Pero no solo por su agenda rupturista con los consensos tradicionales de Occidente, sino también por la velocidad con la que su Administración ha comenzado a tomar decisiones, obligando a Europa a reaccionar de inmediato. En este sentido, hay tres cuestiones clave: el impulso a una política común de defensa, la aceleración de medidas para mejorar la competitividad europea y la respuesta a la guerra comercial con EE.UU.

¿Cuáles han sido las principales medidas adoptadas en estos primeros 100 días? ¿En qué se ha avanzado?

La Comisión ha tratado proyectar su plan para abordar los grandes retos de Europa, impulsado medidas para reforzar la competitividad de la UE -con especial énfasis en reducir los precios de la energía-, fortalecer su autonomía estratégica y mejorar su capacidad de respuesta ante crisis. Se han lanzado iniciativas para reducir la dependencia externa -especialmente en minerales críticos y fuentes de energía-, fomentar la inversión en sectores estratégicos y mejorar las condiciones para la innovación y el crecimiento sostenible.

¿Qué documentos y propuestas marcarán la agenda próximamente?

Entre los documentos estratégicos que marcarán la agenda de la Comisión en los próximos años destacan el “Competitiveness Compass”, la “Savings and Investment Union”, “RearmEU”, el “Clean Industrial Deal”, el “Affordable Energy Action Plan” o el “Vision for Agriculture and Food”. Entre las propuestas legislativas estrella tenemos los Omnibus de Simplificación de Reporte y de Inversiones, el “Industrial Decarbonisation Accelerator Act”, la revisión de las ayudas de Estado o el “Critical Medicines Act”, entre otros. 

¿Cómo ha abordado la nueva Comisión Europea las amenazas de Trump?

En este punto, y pese a que Trump ni siquiera ha completado sus propios 100 días, ya no hablamos de amenazas, sino de hechos consumados. Dos especialmente preocupantes para la UE requieren una respuesta inmediata. El primero es el movimiento de la Administración estadounidense para dejar a la UE fuera de la mesa de negociación sobre el fin de la guerra en Ucrania. Aquí, los 27 (o los 28 de nuevo, si consideramos el renovado protagonismo del Reino Unido) deben actuar con una estrategia diplomática clara, reforzando su capacidad de negociación y, sobre todo, mostrando una autonomía militar de la que aún carecen. El segundo frente es el de los aranceles impuestos al acero y al aluminio europeo. La Comisión ya estudia su respuesta. No se debate el qué –porque habrá aranceles de represalia de la UE a EE.UU.– sino el cómo. Es fundamental que esta respuesta tenga un efecto disuasorio sobre Trump y, al mismo tiempo, minimice el impacto sobre los productores europeos. Veremos qué ocurre a mediados de abril y cómo reacciona la Administración estadounidense. En España, preocupa especialmente la posible imposición de aranceles “espejo”.

¿Qué impacto han tenido estas amenazas en las decisiones de la Comisión con respecto a la política de defensa de la UE?

La Comisión presentó el Libro Blanco sobre Defensa, aunque von der Leyen ya había anunciado antes su intención de movilizar cantidades similares a los fondos europeos de recuperación tras la pandemia para reforzar la capacidad militar del bloque. El reto ahora es consolidar a la Comisión Europea como un interlocutor natural, legítimo y respetado en esta conversación. Porque, aunque se ha creado una cartera de defensa dentro del Ejecutivo comunitario, el debate sigue dominado por los líderes nacionales (Francia, Alemania… y también Reino Unido) y, por supuesto, la OTAN.

¿Cómo ha gestionado la Comisión Europea la relación de Europa con otras potencias (China, Rusia, India) en este contexto de incertidumbre con EE.UU.?

Con Rusia, la relación está congelada desde la invasión. Y dependiendo del devenir de las negociaciones de paz para Ucrania, es posible que Europa tome una medida dura que no ha llegado a ejecutar pero muchas voces influyentes le piden: utilizar los activos rusos congelados para pagar la factura de reconstrucción del país. Además, tras estos años de desconexión de Moscú, Europa ha reducido drásticamente su dependencia energética de Rusia. De hecho, la Comisión ha anunciado su “Roadmap towards ending Russian energy imports”, a lo que se añade la propuesta legislativa del “Gas Storage Regulation”, que busca extender a 2027 la práctica de los Estados miembro de llegar cada año al invierno con suficientes reservas de gas. Respecto a China, es interesante analizar su perfil bajo en los últimos meses, dejando el foco en las otras potencias, que están en disputa. Y Europa ahora mismo tiene suficiente con el frente abierto con EEUU y Rusia. Pero en algún momento tendrá que abordar los retos de la relación comercial con el gigante asiático (coches, retail, chips…).

¿Y qué previsión hay con respecto a la relación entre Europa y estas potencias?

Europa busca nuevos aliados. Países en los que, por un lado, poder vender sus productos en caso de que aumenten las trabas para acceder a mercados como el americano. Pero en el viaje de vuelta, también busca aliados en los que conseguir: importaciones de provisiones a precios asequibles que garanticen la seguridad alimentaria del continente, productos críticos como medicinas, y minerales críticos fundamentales para el desarrollo militar y tecnológico de los 27. Los viajes de Von der Leyen a India -acompañada por todo el Colegio de Comisarios-, a Sudáfrica o la Cumbre de Mercosur, son señales que apuntan en esta dirección.

Seguiremos Informando…

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