Juan Fernández-Miranda se ha convertido en la novedad de ‘El Confidencial’ y, como es costumbre en la tribu periodística de Titania, no faltan dentro de la redacción quienes ven manos ocultas por todas partes.
No es la primera vez, por cierto, ni probablemente será la última en un medio muy marcado por las tendencias y las luchas de poder internas, ejemplificadas desde hace años en la pugna que enfrentó a dos fundadores como Jesús Cacho y Totoyo y de la que se benefició Nacho Cardero, eterno superviviente desde entonces.
Esa dinámica también ha afectado al desembarco de Juan Fernández-Miranda, que hasta días atrás ejercía en ‘ABC’. La vinculación del nuevo adjunto al director de ‘El Confidencial’ con Vocento ha llevado a que en la redacción del digital haya quinielas sobre el papel de Luis Enríquez en dicho fichaje.
Y es que hay que recordar que, tras su salida como consejero delegado de Vocento, Enríquez fue fichado por el digital de Totoyo y Cardero para asesor en la apertura de nuevos campos de negocio.
Un fichaje, también, bastante llamativo teniendo en cuenta que la situación del grupo editorial de origen vasco no es precisamente la más boyante, lo que no dice mucho de la capacidad gestora de Enríquez. Solo hay que ver la política de ventas y recortes que está teniendo que aplicar Manuel Mirat para intentar -difícil lo tiene, todo sea dicho- el desaguisado.
El caso es que la procedencia común de Enríquez y Fernández-Miranda ha llevado a estas quinielas que ya afectaron a otros fichajes anteriores como el de Pilar Gómez, ahora al frente de ‘Artículo 14’.
Lo que sí parece más claro es que el experiodista de ‘ABC’ ya no se encontraba cómodo en el periódico centenario y, según parece, esa incomodidad tenía bastante que ver con el hecho de que el director del rotativo, Julián Quirós, hubiera decidido poner orden en las ausencias y en las colaboraciones de ciertos ‘pesos pesados’ que venían operando por su cuenta y riesgo.
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