La cúpula de Prisa continúa siendo un hervidero más de un mes después de que se desatara la guerra civil. Aquella lucha de poder acabó con dos de los principales hombres del Gobierno fuera de la compañía. Carlos Núñez y José Miguel Contreras fueron cesados de sus respectivos puestos de manera fulminante.
Detrás de sus salidas estuvieron los numerosos intentos por lanzar una televisión impulsada por la Moncloa bajo el sello del grupo Prisa. Un proyecto al que se opuso frontalmente Joseph Oughourlian, quien busca ahora un sustituto para Carlos Núñez al frente del área de Medios.
Actualmente es Pilar Gil -mano derecha de Oughourlian– quien ejerce como CEO de Prisa Media. Sin embargo, el empresario franco armenio ha ordenado ya la búsqueda de un nuevo consejero delegado para la división que controla El País o la Cadena SER, entre otros medios.
El nombramiento de un nuevo CEO para Prisa Media es clave para devolver la normalidad al grupo, pues Pilar Gil ejerce esta tarea de forma interina. Con ello, Oughourlian también pretende mandar un mensaje a quienes quieren arrebatarle el control de Prisa, haciendo ver que es el quién manda.
Maniobras en la sombra
En PRNoticias hemos contado en las últimas semanas los intentos de los accionistas afines al Gobierno por derrocar a Oughourlian. Asimismo, también hemos contado cómo el inversos parisino ha maniobrado para barrer las posibilidades de los Andrés Varela Entrecanales o Diego Prieto, entre otros.
La ampliación de capital de Prisa ejecutada por Oughourlian fue valorada por la prensa especializada como un golpe de mano cuyo fin último era eliminar todo intento por sacarle de Prisa, pues este pasará a tener más del 50% del capital del grupo.
Pese a ello, los accionistas contrarios al inversor franco armenio preparan una nueva estrategia. Según informa The Objective, su intención es presentar una oferta que rondaría los 400 millones de euros por los medios de la compañía. El objetivo no sería otro que garantizar el control editorial de El País y la Cadena SER.
Sea como fuere, no se esperan más movimientos por parte de Oughourlian, que confía en seguir en Prisa hasta 2029, tal como incluye una cláusula en la última ampliación de capital. El máximo accionista confía en reconducir la situación del grupo y seguir reduciendo la deuda, fijada en unos 700 millones de euros.
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