En la Tierra a martes, abril 22, 2025

CON UNA PRECISIÓN SUPERIOR AL 90%

Un análisis de sangre revoluciona la detección del Alzheimer

A TRAVÉS DE UN BIOMARCADOR EN SANGRE

Un estudio liderado por investigadores españoles y suecos valida un biomarcador sanguíneo que permite establecer el riesgo de la enfermedad en personas con deterioro cognitivo, abriendo la puerta a diagnósticos más tempranos y económicos.

La detección del Alzheimer a través de un simple análisis de sangre es ya una realidad prometedora. Un equipo de científicos del Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) de la Fundación Pasqual Maragall y del Instituto de Investigación del Hospital del Mar (IMIM-Hospital del Mar), en colaboración con las universidades de Gotemburgo y Lund (Suecia) y centros de Italia, ha validado la alta eficacia de un biomarcador presente en la sangre, la phospho-tau217 (p-tau217), para identificar el riesgo de desarrollar Alzheimer en personas que ya presentan síntomas de deterioro cognitivo.

La investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature Medicine, analizó muestras de sangre de 1.767 personas pertenecientes a cuatro cohortes hospitalarias (Hospital del Mar, Hospital de Gotemburgo, Hospital de Malmö y Hospital de Brescia) y una cohorte de atención primaria en Suecia. Los resultados demuestran la utilidad de la detección en sangre del biomarcador p-tau217 para predecir con gran exactitud la probabilidad de que una persona desarrolle la enfermedad.

El equipo de investigación ya había demostrado previamente la capacidad de este biomarcador para determinar el riesgo de Alzheimer en la fase preclínica, es decir, antes de la aparición de los síntomas. Ahora, han validado un sistema automatizado y escalable de análisis de sangre, Lumipulse p-tau217, desarrollado por la empresa japonesa Fujirebio, que permite establecer los niveles a partir de los cuales se puede confirmar o descartar un alto riesgo de Alzheimer.

El Dr. Marc Suárez-Calvet, investigador del BBRC y médico adjunto del Servicio de Neurología del Hospital del Mar e investigador del IMIM-Hospital del Mar, destaca la importancia de este avance: “Este hecho nos puede permitir determinar qué personas se tienen que someter a otras pruebas, como es la punción lumbar o un PET, y a cuáles ya no hay que practicar más pruebas, ya que permite detectar el Alzheimer en fases iniciales de forma muy precisa”.

El estudio ha establecido dos puntos de corte en los niveles del biomarcador p-tau217 que permiten clasificar el riesgo de los pacientes. Aquellas personas con niveles entre estos dos umbrales serían las que requerirían pruebas diagnósticas adicionales. A pesar de la alta precisión del biomarcador, el Dr. Suárez-Calvet subraya que “es importante remarcar que los resultados de este biomarcador tienen que ser siempre interpretados por un neurólogo o neuróloga u otro profesional sanitario especializado, después de la adecuada valoración neurológica y nunca como una prueba aislada”.

Precisión superior al 90% en entornos hospitalarios

Los resultados del estudio revelan que el análisis automatizado del biomarcador en sangre alcanza una precisión superior al 90% en pacientes procedentes de entornos hospitalarios, una exactitud comparable a la de la punción lumbar, una prueba más invasiva y costosa. Esta alta precisión se mantuvo incluso al tener en cuenta posibles comorbilidades de los pacientes y su edad. Sin embargo, la eficacia del biomarcador fue ligeramente menor en personas de atención primaria y en mayores de 80 años.

La Dra. Federica Anastasi, investigadora del BBRC y coautora del estudio, señala que “nuestros resultados, combinados con la facilidad de uso y de implementación de este tipo de pruebas, pueden facilitar su implementación en la práctica clínica para la obtención de un diagnóstico más acertado del Alzheimer”. La sencillez del análisis de sangre, que puede realizarse en cualquier laboratorio clínico, facilita su potencial aplicación a gran escala.

El Dr. Pablo Villoslada, jefe del Servicio de Neurología del Hospital del Mar, enfatiza que esta nueva herramienta diagnóstica podría “disponer de una herramienta que facilite un diagnóstico acertado y precoz, garantizando el acceso de forma equitativa a los cuidados y a mejores tratamientos”.

El estudio también destaca el potencial de esta prueba para reducir significativamente los costes asociados al diagnóstico del Alzheimer, con un ahorro estimado entre el 60% y el 81% en comparación con las pruebas diagnósticas actuales. Este impacto económico, junto con su fácil aplicabilidad, podría mejorar sustancialmente el acceso a un diagnóstico temprano y optimizar el abordaje clínico de la enfermedad. No obstante, los investigadores advierten que serán necesarios estudios adicionales para su implementación generalizada en la práctica clínica.

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