En la Tierra a viernes, abril 18, 2025

EN 24 HORAS, LOS ARANCELES PASAN DE UN 20% A UNA SUSPENSIÓN DE 90 DÍAS

Europa ante los aranceles de Trump: entre la firmeza y el diálogo

AGUSTÍN BAEZA, ANALISTA Y CONSULTOR DE ASUNTOS PÚBLICOS DE TRESCOM, ARROJA LUCES SOBRE ESTA INCERTIDUMBRE, EN CONVERSACIÓN CON PRNOTICIAS

“Hay mucha incertidumbre de si esta situación se va a mantener por mucho tiempo, y por ejemplo, tomar decisiones de relocalización de la producción que es una medida muy común para eludir barreras comerciales, es compleja y muy radical, pero es posible que algunas empresas no tengan otra opción”. Agustín Baeza

En 24 horas, la política arancelaria de Estados Unidos ha pasado de imponer un 20% a los productos europeos, a una suspensión de 90 días para negociar. La Unión Europea, por su parte, ha respondido aplazando las medidas de represalia por el mismo periodo. Cualquier análisis que se haya hecho en las últimas horas sobre el impacto de los aranceles en las economías involucradas, mañana puede que pierda vigencia, o cobre más valor. La única certeza de la guerra comercial iniciada por EE. UU. en los últimos meses es que no hay certeza, y que la espada de Damocles sigue pendiendo sobre Europa.

Todas las luces que se puedan arrojar sobre esta incertidumbre, ayudará a esclarecer el camino, que se antoja largo. ¿Hay posibilidad de acuerdo? ¿Cómo impactarían estos aranceles en el empleo? A estas y otras preguntas, responde Agustín Baeza, analista y responsable de Asuntos Públicos de Trescom, para los lectores de PRNoticias.

¿Hay posibilidades de que la Unión Europea y Estados Unidos lleguen a un acuerdo para reducir o eliminar estos aranceles en el corto o mediano plazo?

Trump ha planteado un pulso mundial con la esperanza de que dando una patada al tablero global, las nuevas cartas a repartir le permitan jugar la partida del liderazgo mundial de otra forma, no parece que quiera buscar un acuerdo. Según se ha sabido, sus estrategas macro quieren forzar una concatenación de sucesos que lleve a una caída de los tipos de interés en Estados Unidos, y una reindustrialización del país. Es una propuesta muy arriesgada. Europa debe mantener una postule doble: firmeza por un lado, y diálogo por el otro. De hecho, las declaraciones de los líderes europeos van en esa dirección: una preferencia por el diálogo, pero con preparativos concretos para responder si las negociaciones fracasan. Está en juego no sólo un porcentaje de ingresos para unos sectores, sino el conjunto del marco del comercio internacional de los últimos años. No soy optimista en cuanto a que se pueda llegar a un acuerdo, al menos en el corto plazo.

¿Cuáles son los sectores de la industria española más vulnerables a estos aranceles y hasta qué punto les impactarían?

Todavía se están haciendo cálculos y es difícil saber con exactitud los productos y los sectores en su totalidad, pero a priori la industria automotriz será una de las más impactadas, dado que Trump ya anunció un arancel del 25% para automóviles fabricados fuera de EEUU, y no se nos puede olvidar que este sector representa una parte importante de las exportaciones españolas y emplea a miles de trabajadores. Se estima en varias decenas de miles de millones de euros el valor de las exportaciones afectadas por los aranceles anunciados del 20%. Para España, tanto el sector agroalimentario (incluidos el vino, aceite de oliva y productos gourmet) como las industrias manufactureras podrían verse significativamente afectados.

¿Qué medidas pueden adoptar las empresas españolas para minimizar el impacto en su competitividad?

Todas las medidas exigen reflexión y tiempo. Hay mucha incertidumbre de si esta situación se va a mantener por mucho tiempo, y por ejemplo, tomar decisiones de relocalización de la producción que es una medida muy común para eludir barreras comerciales, es compleja y muy radical, pero es posible que algunas empresas no tengan otra opción. Otra medida es mejorar la eficiencia operativa y reducir costos internos para mantener la competitividad a pesar del incremento arancelario. Esto podría incluir la automatización de procesos, la negociación con proveedores o la reestructuración de operaciones. Pero esto también requiere tiempo e inversión. Es probable que si estos aranceles se mantienen en el tiempo asistamos a una reordenación de muchas empresas hacia otro tipo de productos.

¿Cómo pueden las empresas españolas diversificar sus mercados de exportación para reducir la dependencia del mercado estadounidense y mitigar los riesgos?

Hay mercados que ya han sido señalados como verdaderos océanos azules y puede que el contexto actual sirva de acelerador para que esto acontezca. América Latina y África, por distintas razones, son ejemplos evidentes de hacia dónde diversificar. Las compañías deberían analizar también mercados con los que la UE tiene acuerdos comerciales preferenciales, como Canadá, Japón o Corea del Sur. Adicionalmente, podrían considerar mercados menos explorados pero con potencial significativo, como los países del sudeste asiático o ciertas regiones de África, donde España podría aprovechar lazos históricos y culturales para establecer relaciones comerciales privilegiadas.

¿Qué efectos podrían tener estos aranceles en el empleo dentro de los sectores más afectados y en la economía española en general?

Hay tres efectos que ya se dan por descontados, y sólo nos falta conocer en estos momentos el dato estadístico exacto: habrá una reducción del crecimiento económico del país (ya se habla de casi medio punto de PIB); habrá destrucción de empleo, y la propia Presidenta Von Der Layen ya ha anunciado que los ciudadanos europeos van a ver encarecimientos de precios en productos sanitarios, alimentos y energía.

¿Qué lecciones de la historia se podrían aplicar para manejar eficazmente esta nueva barrera comercial?

La historia nos dice que siempre que se incrementan barreras comerciales todos los países pierden a la vez. Hay una máxima histórica también: el incremento de barreras lleva aparejado siempre un incremento de la tensión y los conflictos a nivel geopolítico. Aunque analizamos el comercio internacional con religas económicos y teorías que se analizan y se estudian en facultades de economía, dicho campo está muy vinculado a la realidad geopolítica. Deberíamos saber, sobre todo Trump, que esté tipo de medidas no van sólo contra la libertad del comercio y de una economía de intercambio, base de los modelos de bienestar del presente, sino que pueden provocar un agravamiento de las tensiones políticas en los puntos calientes del mapa mundial.

Seguiremos Informando…

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