La imputación de Isabel Pardo de Vera, que algunos ya venían oteando en el horizonte desde hacía tiempo, ha salpicado a mundos muy diferentes pero unidos precisamente por la antigua alta responsable en la Administración de Pedro Sánchez. Su calificación de investigada en el ‘Caso Koldo’ por la contratación de la ‘sobrina’ de José Luis Ábalos, Jéssica, ha generado turbulencias que han llegado hasta el Grupo ACS, del todopoderoso Florentino Pérez.
Y es que Pardo de Vera ha sido precisamente uno de los últimos fichajes del grupo del también presidente del Real Madrid. Una contratación que dio mucho qué hablar, puesto que exhaló cierto olor a posible ‘puerta giratoria’, tan denostadas por algunos cuando afecta a quienes no se hayan en su arco político.
En cualquier caso, el fichaje de Pardo de Vera como asesora de digitalización le ha explotado a ACS con esta imputación justo dos meses después de que se anunciase de forma pública. Por el momento, el grupo de Florentino guarda silencio, presumiblemente a la espera de ver cómo derrotan los acontecimientos. Pero la imputación de Pardo de Vera no deja de ser un problema de imagen y reputación para dicha empresa.
Golpe a la extrema izquierda ‘sanchista’
Lo curioso es que también se ha acusado el golpe en otros ámbitos, en concreto el de la extrema izquierda del sanchismo. Y es que las vinculaciones de Pardo de Vera con uno de los principales puntales mediáticos del actual Gobierno (su hermana, Ana Pardo de Vera) también dejan tocado este sector.
Sobre todo porque su propia hermana se ha dedicado, allá donde le era planteada la cuestión, a defender a capa y espada a su familiar. De hecho, resultó bastante pintoresco observar el silencio que dichos ámbitos, tan acostumbrados a denostar ciertas contrataciones cuando pertenecen al rival, mostraron cuando Isabel Pardo de Vera fue fichada por el Grupo ACS de Florentino Pérez.
Ya habían hecho gala de un silencio llamativo cuando la susodicha pasó a dirigir un ‘lobby’ de facto de propietarios de alquileres. El asunto llega más lejos porque debajo de la cobertura del periodismo se esconden operativos políticos que han estado ligados durante prácticamente toda su carrera al PSOE, como la propia Ana Pardo de Vera.
Gentes que ahora se han ubicado en una especie de extrema izquierda institucional, cortejadores de Podemos en su momento, pero siempre con una vela puesta al Partido Socialista y que en la actualidad defienden el Ejecutivo de coalición, con el PSOE primero y Sumar después.
Una buena parte de ellos pululan por el entorno de ‘Público’, donde se concentra un cierto ‘sanchismo ecuménico’ que hace años rendía pleitesía -y medraba- en el zapaterismo y ahora hace lo propio con Sánchez, como la propia Ana Pardo de Vera, en otro tiempo al servicio de Gaspar Zarrías, José Bono o Joan Mesquida, entre otros.
No son los únicos, ya que los deudos del turbio José Luis Rodríguez Zapatero ocupan todo tipo de puestos al más alto nivel en el entorno gubernamental, hasta el punto de que algunos analistas han considerado que el equipo de Sánchez es prácticamente inexistente y se basa en los fieles del expresidente, tan escuchado por el actual ocupante de Moncloa.
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