Con la llegada de la primavera, millones de españoles se enfrentan de nuevo a la batalla anual contra la alergia estacional. Este año, los expertos advierten de una incidencia particularmente alta, con un número creciente de personas experimentando síntomas severos debido a una combinación de factores climáticos y ambientales.
La Agencia Española de Meteorología (AEMET) ha reportado un aumento significativo en los niveles de polen en el aire en la mayoría de las regiones del país. Las temperaturas suaves y las precipitaciones abundantes durante el invierno han propiciado un desarrollo exuberante de la vegetación, lo que se traduce en una mayor liberación de polen de gramíneas, olivo, plátano de sombra y arizónica, los principales culpables de las alergias primaverales en España.
“Estamos observando un pico de consultas en nuestras clínicas”, afirma la Dra. Elena Martín, alergóloga en el Hospital Universitario La Paz de Madrid. “Muchos pacientes que antes tenían síntomas leves ahora experimentan cuadros más intensos, con rinorrea, picor de ojos, estornudos constantes y, en algunos casos, dificultades respiratorias que pueden derivar en crisis asmáticas.”
Las zonas más afectadas suelen ser aquellas con mayor concentración de vegetación, como Andalucía, Extremadura, la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. Sin embargo, la dispersión del polen por el viento puede afectar incluso a áreas urbanas.
Factores que contribuyen a la alta incidencia
- Cambio Climático: Los inviernos más suaves y las primaveras más tempranas prolongan la temporada de polinización, exponiendo a los alérgicos durante más tiempo.
- Contaminación Atmosférica: Las partículas contaminantes presentes en el aire pueden actuar como “irritantes” adicionales, agravando los síntomas de la alergia e incluso alterando la estructura del polen, haciéndolo más alergénico.
- Estilo de Vida Urbano: Una menor exposición a alérgenos en la primera infancia y un entorno más “estéril” en las ciudades podrían estar contribuyendo a un sistema inmunitario más propenso a reaccionar exageradamente a sustancias inofensivas.
Recomendaciones para los alérgicos
Los especialistas insisten en la importancia de tomar precauciones para minimizar la exposición al polen:
- Consultar los niveles de polen: Existen aplicaciones y sitios web que ofrecen información diaria sobre los niveles de polen en diferentes zonas.
- Evitar salir en las horas de máxima concentración: Generalmente, entre las 5:00 y las 10:00 de la mañana y entre las 7:00 y las 10:00 de la tarde.
- Mantener las ventanas cerradas: Especialmente en el coche y en casa.
- Usar gafas de sol: Para proteger los ojos del contacto directo con el polen.
- Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa: Para eliminar el polen adherido al cuerpo y a la ropa.
- Limpiar el hogar con frecuencia: Utilizar aspiradoras con filtro HEPA.
- Evitar secar la ropa al aire libre: El polen puede adherirse a ella.
- Seguir el tratamiento médico: Es fundamental que los pacientes sigan las indicaciones de su médico y tomen la medicación prescrita (antihistamínicos, corticoides nasales, etc.). En algunos casos, la inmunoterapia (vacunas para la alergia) puede ser una opción a largo plazo.
Ante la persistencia o el empeoramiento de los síntomas, los profesionales de la salud recomiendan encarecidamente acudir al alergólogo para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado. La primavera es sinónimo de vida y color, pero para muchos, también es la estación de la lucha contra una de las afecciones crónicas más comunes en España.
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