¿Está Fran Llorente en la diana de la facción de Prisa que fue derrotada meses atrás? En el grupo editorial sospechan que, al menos, sí que está siendo objeto de críticas veladas y filtraciones interesadas que buscan debilitar su posición tras acceder a la Dirección editorial y de Contenidos de Radio y Negocio Audiovisual de esta organización.
Esta campaña contra Llorente se habría intensificado en las últimas semanas, después de ser elegido para sustituir en dicho puesto a Montserrat Domínguez, cesada y considerada como uno de los alfiles del bando favorable a la puesta en marcha de una televisión que provocó una crisis solucionada ‘manu militari’ por el presidente de Prisa, Joseph Ourghoulian.
Con anterioridad, Llorente -fichado a bombo y platillo como un profesional respetado- ya había levantado cierto resquemor al no militar en la facción pro-televisión, vinculada al ya exdirectivo José Miguel Contreras.
Sin embargo, la caída de Domínguez, dentro de la ‘operación limpieza’ activada por el máximo directivo de Prisa para purgar a la estructura del grupo de afines al Ejecutivo, parece haber reactivado las críticas.
Y es que Llorente se ha convertido en un “traidor” para los mismos que, según van señalando por ciertos despachos y reservados de Madrid, trazaron su desembarco en el Grupo Prisa. Lo llamativo es que esos mismos ámbitos, que entonces le presentaron como un fichaje brillante, son los mismos que ahora van echando pestes a todo aquel que quiera escucharles.
Lo que algunos juzgan como maniobras de desestabilización, sin embargo, parecen contar con escaso éxito. Dentro y fuera de Prisa se sabe que Llorente, por el momento, cuenta con el máximo respaldo del más alto ejecutivo del grupo.
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