José Pablo López tantea el mercado en busca del candidato ideal para relanzar RNE. Es uno de los objetivos que se marcó a su llegada, y los últimos movimientos en Prisa han abierto una oportunidad de mercado muy atractiva.
Pepa Bueno fue cesada como directora de El País la semana pasada. Tras conocer la noticia, automáticamente en la cúpula de RTVE pensaron en la periodista pacense para coger las riendas de las mañanas, la franja más escuchada en la radio y que actualmente es propiedad de Josep Cuní.
Pese a no haber sumado malas cifras, José Pablo López es consciente de que la irrupción de Pepa Bueno en RNE funcionaría casi inmediatamente. Su pasado en RTVE, donde ejerció como presentadora de Los Desayunos y de la segunda edición del Telediario, facilita un posible regreso.
Además, su cercanía con los círculos socialistas, a los que también está adscrito el presidente del ente público, le abre las puertas de la radio televisión pública tras su abrupta salida de Prisa. En la compañía que dirige Joseph Oughourlian llevaban tiempo recelando de su escasa crítica al Gobierno.
Batacazo de Cuní y giro hacia la izquierda
Todo ello la convierten en la principal candidata a liderar las mañanas a partir de septiembre, cuando se espera otra pequeña revolución en la radio pública. Atascada por debajo del millón de oyentes, RNE seguirá los pasos de TVE, apostando por periodistas con un sesgo editorial muy marcado.
Los últimos resultados del Estudio General de Medios (EGM) dejaron nuevamente un sabor amargo en RTVE, especialmente tras los datos cosechados por Josep Cuní en Las mañanas de RNE. El catalán, que se puso al frente de la franja esta temporada, no ha logrado ser el revulsivo que esperaban en la pública.
En RTVE dan por amortizado a Cuní, que a sus 71 años espera tener una retirada tranquila. Por este motivo se han planteado un nuevo cambio que implicaría un ajuste en la línea editorial y quizás también en el plantel de colaboradores, entre los que actualmente se encuentra Pablo Iglesias.
La llegada de Pepa Bueno cumpliría, por lo tanto, un doble objetivo: sumar una voz reconocida y encontrar un tono editorial propio, como el que aplicó la periodista extremeña durante su etapa en las mañanas de la Cadena SER.
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