En TVE no dejan de mirar con lupa lo que se emite en el Malas Lenguas de Jesús Cintora, donde también tienen arte y parte los espabilados de La Osa, estrellados con su buque insignia de La familia de la tele que se hundió nada más ser botado.
Pero volvamos al turrón. Ahora que Jesús Cintora se ha perfilado como el sustituto lógico de los fracasados, no deja de ser llamativo que Malas Lenguas -supuestamente puesto en marcha para combatir la ‘desinformación’- cuente con Ernesto Ekáizer.
Y es que todavía se recuerda cómo el peculiar periodista mandó a casa a Mariano Rajoy tras su derrota en las elecciones generales de 2008. Aún resuena en el sector aquella portada de Público, cambiada por sus testículos y sin consultar a la sección de Nacional, en la que podía leerse “Rajoy decide irse”.
Los cambios fueron realizados, fiel a su estilo de ordeno y mando, bajo los galones de editor ejecutivo del periódico, en el que desembarcó como fichaje para desestabilizar a Prisa y El País, y a los que, en realidad, les hicieron un favor con su salida.
La cabalgada de Ekáizer en Público duró poco, apenas poco más de medio año, y terminó como no podía ser de otra manera: indicándole la puerta de salida después de haberse peleado con todo Cristo, desde los dueños a la redacción y, si nos apuran, hasta con el personal de mantenimiento. Él es así.
Como contamos en PRNoticias, Ernesto Ekaizer llegó a manifestar en Malas Lenguas que Benedicto XVI tuvo conexiones con la ultraderecha y con el fascismo. Lo hizo, eso sí, sin mencionar cuáles y quiénes. Simple curiosidad, sobre todo cuando se realizan tan graves acusaciones sobre un muerto incapaz de defenderse.
Una más del periodista “progre” favorito de Cintora, quien ahora ha saltado a La 1 para ocupar la franja que hasta ahora era de La familia de la tele. Una de cal y otra de arena para Óscar Cornejo y Adrián Madrid, que se las prometían muy felices en TVE con el remake de su Sálvame, pero cuyo fracaso es ya incontestable.
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