La temporada 2024/2025 puede ser valorada, sin ninguna duda, como aquella en la que Carlos Herrera se hizo con prácticamente todo el poder en la COPE. Al margen de los datos de audiencia, el de Almería ha cerrado curso consolidando el ascendente que lleva cultivando desde su desembarco en la radio de la Conferencia Episcopal.
El poder de Herrera ha ido acrecentándose en los últimos años, respaldado desde Ábside Media, especialmente a través de su consejero delegado, Javier Visiers, comisionado en su momento por Fernando Giménez Barriocanal como ‘enlace’ con el veterano locutor.
Bajo esa premisa, traducida por algunos como “mimar a Herrera”, la alta dirección de Ábside ha concedido a su estrella de las mañanas todo lo que ha querido. Eso no sólo ha incluido el fichaje de su hijo Alberto como responsable del tramo magacín, sino también la designación de Jorge Bustos como ‘heredero’ por encima de otras alternativas, algunas dentro de la propia emisora.
La ‘infanta de Herrera’, como le denominan algunos en la cadena por el recorrido formativo en radio que está recibiendo, se ha impuesto como alternativa con el visto bueno del propio Herrera para chasco de ciertos nombres -unos más discretos que otros- que se auto postulaban para el puesto.
Lo cierto es que, con estos cambios de cara a la nueva temporada, Herrera pasa a ostentar un control absoluto de la franja más importante para la COPE -y para cualquier emisora-, la matinal, y mantiene su ascendente sobre casi toda la cadena.
En la COPE, como ya señaló PRNoticias, hay quienes arquean la ceja al maliciarse un ‘remake’ de lo sucedido con Federico Jiménez Losantos, aunque en una versión más diplomática.
Al cierre de temporada, la situación queda con dos principales focos de poder real en la emisora: Herrera, por un lado, y el equipo de Deportes de Paco González, con Manolo Lama como ‘fontanero’, por otro.
Seguiremos Informando…
