El inicio del verano de 2025 ha teñido de luto el país. Las altas temperaturas han disparado los fallecimientos relacionados con el calor extremo, alcanzando la alarmante cifra de 1.180 muertes entre mayo y junio. Este dato supone un escalofriante incremento del 1.300% respecto al mismo periodo del año anterior, según un informe conjunto de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III (MoMo) y el Ministerio de Sanidad.
La situación es especialmente crítica para las personas mayores de 65 años con patologías crónicas, consideradas el colectivo más vulnerable. Ante esta cruda realidad, expertos como Faro EdtTech, empresa de formación para sanitarios, urgen a extremar las precauciones y reforzar los cuidados durante los meses más calurosos del año.
“Es fundamental evitar las peores horas de calor. Si se va a salir a pasear, la primera hora de la mañana o el atardecer son los momentos ideales, y siempre con la cabeza cubierta”, advierte Nuria García, coordinadora académica de Faro EdTech. Además, recomienda:
- Vestimenta adecuada: Usar ropa ligera, holgada y de colores claros que reflejen la luz solar.
- Protección solar: Aplicar protector solar de factor alto de forma repetida, sin olvidar los labios.
- Hidratación constante y alimentación fresca: Beber al menos un litro y medio de agua al día y consumir frutas y verduras con alto contenido de agua. Es crucial asegurar que las personas mayores ingieran más líquidos, ya que son más propensas a la deshidratación. Evitar alcohol y cafeína.
- Aclimatación del hogar: Ventilar las viviendas en las horas más frescas del día y mantener ventanas cerradas durante las horas de mayor calor.
- Evitar actividad física intensa en los momentos de temperaturas extremas.
Planes de contingencia y alerta ante los golpes de calor
Cada año, entre mayo y septiembre, los gobiernos autonómicos activan planes de contingencia específicos para mitigar los efectos del calor. Estos programas establecen niveles de alerta y difunden recomendaciones claras para prevenir problemas graves como el golpe de calor.
El golpe de calor es una emergencia médica que ocurre cuando la temperatura corporal supera los 40ºC y el organismo pierde su capacidad de autorregulación. Sus síntomas incluyen fiebre alta, piel seca, mareos, convulsiones, dolores de cabeza, taquicardia y dificultad para respirar. En personas mayores, la progresión puede ser muy rápida y fatal si no se actúa con inmediatez.
“La prevención es la mejor herramienta para que todos, y especialmente nuestros mayores, puedan disfrutar del verano de forma segura, saludable y sin sobresaltos”, concluye García. Ante la evidencia del devastador impacto de las altas temperaturas, seguir estas pautas se convierte en una prioridad para proteger la salud de los más vulnerables.
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