La postura al orinar, una acción tan cotidiana, ha sido objeto de debate y estudio, especialmente en lo que respecta a la salud masculina. Aunque culturalmente la micción de pie ha sido la norma para los hombres, crecen las evidencias y las voces expertas que sugieren que orinar sentado ofrece una serie de beneficios significativos para la salud urinaria y general.
Tradicionalmente, la postura de pie se ha asociado con la masculinidad y la comodidad en urinarios públicos. Sin embargo, para muchos, la micción sentado es una práctica habitual en el hogar. La ciencia, por su parte, comienza a inclinar la balanza a favor de esta última.
Uno de los argumentos más sólidos a favor de orinar sentado es la capacidad de vaciar la vejiga de manera más completa. Cuando un hombre orina de pie, los músculos pélvicos y el esfínter uretral pueden no relajarse completamente. Esto puede dejar orina residual en la vejiga. Con el tiempo, esta retención crónica puede llevar a problemas como:
- Infecciones del tracto urinario (ITU): La orina estancada es un caldo de cultivo ideal para bacterias.
- Cálculos renales: La concentración de minerales en la orina residual puede favorecer la formación de cálculos.
- Problemas de próstata: Un vaciado incompleto puede exacerbar los síntomas en hombres con agrandamiento benigno de próstata (HBP).
- Necesidad de orinar con más frecuencia: Una vejiga que no se vacía completamente se llenará más rápido, aumentando la frecuencia de las visitas al baño.
Al sentarse, la musculatura del suelo pélvico se relaja de forma más efectiva, permitiendo que la uretra se abra más y la vejiga se contraiga de manera óptima, facilitando un vaciado más exhaustivo.
Beneficios adicionales de la postura sentada
Más allá del vaciado de la vejiga, orinar sentado puede aportar otras ventajas:
- Menor salpicadura y mayor higiene: Esta es una ventaja evidente, especialmente en baños compartidos, ya que reduce la dispersión de gotas de orina y contribuye a un entorno más limpio.
- Mayor comodidad y relajación: Para muchos hombres, especialmente aquellos con problemas de movilidad, dolor de espalda o simplemente en momentos de relajación, sentarse es una opción más cómoda que reduce la tensión muscular.
- Presión arterial más baja: Algunos estudios sugieren que orinar sentado puede contribuir a una ligera reducción de la presión arterial, especialmente en hombres mayores.
- Consideración por la pareja o convivientes: En el ámbito doméstico, sentarse para orinar es a menudo una muestra de consideración hacia la limpieza y la higiene compartida.
Si bien orinar sentado puede ser beneficioso para todos los hombres, es particularmente recomendable para aquellos que experimentan:
- Síntomas del tracto urinario inferior (STUI), como flujo débil, intermitencia o urgencia.
- Hiperplasia prostática benigna (HPB).
- Infecciones urinarias recurrentes.
- Problemas de vejiga hiperactiva.
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