Radio Televisión Española tiene a sus “chicos favoritos” bien escogidos. Uno de ellos es Jesús Cintora, que desde su vuelta a la corporación no ha parado de ganar protagonismo. La buena marcha de Malas lenguas le ha hecho ya no solo estar en las tardes de La 2, si no también dar el salto a La 1.
Consecuentemente, esta doble emisión sale más cara a RTVE y, por tanto, a los contribuyentes. Según la última actualización de RTVE, el coste del programa ha pasado de los 2.039.318 euros que figuraban hasta mayo, a 6.303.373 euros.
Un incremento total de 4.264.055 euros de la que no solo se beneficia Cintora, pues a buen seguro habrán aumentado su salario, si no también quienes le rodean. Sin ir más lejos, a la productora del programa le ha tocado la lotería.
Quien está detrás de Malas lenguas -entre otras- es La Osa Producciones, la sucesora de La Fábrica de la Tele. Y según los datos facilitados por la corporación, parece que a la productora de Óscar Cornejo y Adrián Madrid no le ha salido nada mal la jugada.
A pesar del fracaso del infame La familia de la tele, su hueco en las tardes de La 1 sigue intacto. Es precisamente en esta franja donde han podido resarcirse y compartir un éxito que a priori muy pocos esperaban. No obstante, no hay que olvidar que su gran proyecto -replicar Sálvame- se fue por el sumidero.
El fracaso no es tan malo si eres amigo de la gente adecuada
Cuando en cualquier cadena privada estarían ya más que sentenciados por haber dilapidado 6 millones de euros en un programa –La familia de la tele– que fue un pufo de principio a fin, en TVE se premia su escaso acierto.
Porque además de Malas lenguas, próximamente La Osa Producciones se hará cargo de un nuevo formato de actualidad política que tendrá a Marta Flich como presentadora. Un nuevo premio para una productora que, no hay que olvidar, dejó de producir Todo es mentira -formato donde Flich ejercía como copresentadora- tras su escabrosa ruptura con Mediaset.
En las últimas semanas, la parrilla de TVE se ha llenado de programas donde la actualidad política es la protagonista. Mañaneros 360, Malas lenguas y ahora este, cuyo nombre aún se desconoce. A todos ellos también hay que sumar La Hora de La 1, que apuntala la parrilla de pública desde primera hora.
La proliferación de estos espacios parece obedecer a una estrategia clara: marcar una línea editorial afín a los intereses de Moncloa. No por nada en RTVE han apostado por Jesús Cintora o Javier Ruiz, ambos periodistas marcadamente progresistas y contrarios a los discursos conservadores.
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