En pleno verano, periodo en el que se intensifican las actividades al aire libre, aumenta también el riesgo de sufrir pequeños accidentes como picaduras, quemaduras solares o cortes. Por este motivo, el Hospital El Pilar de Quirónsalud ha elaborado una guía práctica de primeros auxilios, a través de las recomendaciones del Dr. José Arroyave, pediatra del centro, con el objetivo de proporcionar a las familias las herramientas necesarias para actuar de forma segura y eficaz ante los imprevistos más frecuentes de la temporada.
Actuación ante picaduras de insectos y medusas
Las picaduras son uno de los incidentes más habituales y es importante saber diferenciarlas para actuar correctamente. Las de mosquito causan un habón que pica, mientras que las de abeja o avispa generan un habón doloroso, con la particularidad de que la abeja suele dejar su aguijón. El tratamiento inicial consiste en lavar la zona con agua fresca y jabón y aplicar frío local. “Si el aguijón de una abeja es visible, es importante retirarlo con cuidado usando unas pinzas, sin presionar ni hurgar la herida para no inocular más veneno”, afirma el Dr. José Arroyave.
En el entorno marino, ante el contacto con una medusa, el protocolo es claro: se debe lavar la zona inmediatamente con abundante agua de mar y retirar cualquier resto de tentáculos con pinzas o un objeto plano. Está contraindicado frotar la zona o usar agua dulce, vinagre o amoniaco.
El Dr. Arroyave subraya la importancia de vigilar posibles reacciones alérgicas graves (anafilaxia), especialmente tras picaduras de abejas o avispas. “Se debe buscar atención médica de emergencia si aparecen síntomas como dificultad respiratoria, enrojecimiento generalizado del cuerpo, picor intenso en manos y pies, mareos, náuseas o palidez”, advierte el especialista.
Cuidado de las quemaduras solares
Para las quemaduras solares leves, el primer auxilio consiste en refrescar la piel con agua fresca y administrar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno si hay dolor. La hidratación posterior es fundamental. “Es muy importante favorecer la recuperación de la piel con una adecuada hidratación. Los denominados after-sun son ideales, ya que combinan acción hidratante con ingredientes antiinflamatorios y calmantes”, explica el Dr. Arroyave. Respecto a la aparición de ampollas, la recomendación es no reventarlas en casa para evitar el riesgo de infección y acudir a un profesional sanitario si son grandes o muy dolorosas.
Manejo de cortes, rasguños, torceduras y esguinces
Ante un corte o rasguño superficial, se debe lavar la herida con agua y jabón suave y desinfectarla con un antiséptico como la clorhexidina. Posteriormente, se debe cubrir con un apósito limpio.
Para torceduras y esguinces leves, el protocolo recomendado es el conocido como RICE: Reposo de la zona afectada, aplicación de Hielo (Ice) para reducir la inflamación, uso de Compresión con una venda elástica y Elevación de la extremidad. Si el dolor es muy intenso, existe una deformidad visible o hay imposibilidad de movimiento, es imprescindible una evaluación médica para descartar una fractura.
“La prevención es la mejor herramienta”, concluye el Dr. Arroyave. “Supervisar a los niños en el agua, protegerlos del sol y usar las protecciones adecuadas en juegos al aire libre son gestos clave para garantizar que el verano sea una temporada segura y llena de buenos recuerdos”.
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