Extremadura ha registrado su primer caso de fiebre del Nilo Occidental en 2025. El Servicio Extremeño de Salud ha confirmado que se trata de un hombre de 57 años, residente en el Área de Salud de Cáceres, que dio positivo en las pruebas realizadas por el Banco de Sangre de Extremadura dentro del programa de vigilancia de esta enfermedad. El paciente no presenta síntomas, algo habitual en este virus, ya que aproximadamente el 80% de las personas infectadas no desarrolla manifestaciones clínicas.
Ante esta detección, la Junta de Extremadura ha activado la alerta en todas las áreas de salud de la región, reforzando la vigilancia epidemiológica y la capacidad diagnóstica. Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de eliminar o vaciar objetos que acumulen agua, mantener limpias las piscinas y estanques, tapar depósitos, vestir ropa clara, usar repelentes y colocar mosquiteras en puertas y ventanas para prevenir la picadura del mosquito vector.
Mientras tanto, Andalucía ha optado por reforzar la lucha contra la enfermedad con la ayuda de un aliado natural: el murciélago. En el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, estos mamíferos insectívoros se han convertido en un recurso clave, ya que cada ejemplar puede ingerir en una noche hasta 500 mosquitos, incluyendo los del género Culex, transmisores del virus. Este entorno privilegiado alberga al menos nueve especies distintas, que encuentran refugio en cuevas, antiguas minas y dehesas del parque.
Conscientes del papel que desempeñan, el Parque Natural y Endesa han puesto en marcha un proyecto piloto para adaptar infraestructuras eléctricas como refugios para murciélagos y construir cajas nido. Durante los próximos cinco años, se llevará a cabo un seguimiento de su ocupación y se organizarán rutas nocturnas para sensibilizar a la población. El objetivo es potenciar su función como “controladores biológicos gratuitos y eficientes” en la reducción del riesgo de transmisión.
El virus del Nilo Occidental se transmite principalmente por la picadura de mosquitos Culex que previamente han picado a aves infectadas. Descubierto en Uganda, en la cuenca del río Nilo, se ha extendido por Europa y América en las últimas décadas. En la mayoría de casos provoca síntomas leves similares a la gripe, pero en personas mayores o con defensas bajas puede derivar en complicaciones neurológicas graves, como meningitis o encefalitis.
La principal dificultad para frenar su avance radica en la proliferación de mosquitos, especialmente en zonas con agua estancada. De ahí que las autoridades insistan en que la prevención es la herramienta más efectiva: reducir los puntos de cría, protegerse de las picaduras y mantener una vigilancia sanitaria activa para detectar y aislar posibles casos a tiempo.
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