Cuando un vídeo no despega en redes, lo que muchos piensan es en el famoso shadowban. Pero, ¿es verdad o solo estamos usando el término como excusa para cuando algo no funciona? La idea del shadowban se ha vuelto muy popular en TikTok e Instagram, pero la realidad es que la mayoría de las veces, no es que la plataforma te esté castigando, sino que el contenido simplemente no ha conectado con la gente.
El shadowban es una limitación en el alcance impuesta por la propia plataforma cuando detecta que una cuenta ha infringido las políticas de comunidad. Esto puede estar relacionado con la publicación de contenido no permitido: referencias a drogas, violencia, apuestas, desnudos, spam, entre otros. Sus efectos son claros: el contenido al ser calificado como inapropiado deja de mostrarse en la pestaña de descubrimiento lo que reduce drásticamente su visibilidad.
En definitiva, hay una gran diferencia entre una cuenta penalizada y otra que no funciona porque el contenido no llama la atención.
“Muchas marcas crean contenido para ellas mismas y para sus empleados. Hay que crear contenido de la misma forma que creamos productos, por y para el usuario que lo consume. Debemos pensar más como usuarios y menos como marcas”, explica Victoria Hatero, cofundadora de Resuelta Estudio y experta en redes sociales.
Las señales de shadowban
Las señales para distinguir que un contenido es shadowban son claras y se puede notar desde el número de vistas y el origen de estas. Los vídeos con 200-300 visitas provenientes de “para ti” son contenido visible pero poco atractivo. Los vídeos con 0-10 visitas y la mayoría internas (desde el perfil), si desde la publicación de video ha pasado más de un mes y sigue teniendo diez visitas, es una posible restricción por incumplimiento de normativas en la plataforma.
Expertos en contenido para redes sociales aseguran que la mayoría de cuentas no tienen shadowban, simplemente están creando contenido poco relevante para el público. Pero para tener aún más certeza, desde la misma cuenta se puede comprobar si se tiene shadowban.
Desde Instagram y TikTok, en el apartado de “estado de la cuenta” y la propia aplicación te dice si tienes algún tipo de restricción. Si sospechas que tu cuenta está limitada por el algoritmo, lo ideal es revisar el estado de la cuenta en TikTok o Instagram. Si hay alguna infracción, la plataforma lo indicará.
En caso de haber una penalización, hay dos opciones. La primera es crear una cuenta nueva, sobre todo si la actual no tiene una base sólida. La segunda es apelar a la aplicación y esperar, mientras se sigue creando contenido constante y bueno hasta que se vuelva a recuperar el flujo normal. No es un proceso sencillo, por lo que este caso es recomendable sobre todo para cuentas muy grandes, más de 500 mil seguidores ganados orgánicamente los últimos 2-3 años.
El shadowban existe, pero es poco común. En la mayoría de los casos el problema es que los vídeos no están diseñados para captar la atención o generar valor para la audiencia. Antes de culpar al algoritmo, es clave analizar si el contenido realmente conecta.
Las señales de contenido poco atractivo
El vídeo no tiene una buena estructura: Para que un vídeo funcione en redes sociales, es fundamental que su estructura sea impecable desde el primer segundo.
No hay gancho en los primeros segundos del vídeo: La ausencia de un “gancho” inicial, esos pocos segundos cruciales que capturan la atención del espectador, condena al vídeo al olvido en el vasto mar de contenido digital.
El tema no resuelve ningún problema ni genera interés real: El tema elegido debe ser relevante y de interés genuino para la audiencia. Un contenido que no resuelve un problema o no genera una conexión emocional con el público, rara vez logrará la tracción deseada.
El contenido está centrado en la empresa y los empleados: Crear contenido de las marcas para ellas mismas y para sus empleados es un gran error.
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