En el PP reconocen que la pista de la ‘trama china’ podría ser mejor explotada si no fuera porque en lo más alto de sus filas cuentan con un viejo conocido que, con la excusa de ser un ‘verso suelto’, les supone una china en el zapato.
Nadie lo dirá en voz alta y, mucho menos, de forma pública, pero en el Partido Popular los hay que andan bastante “hasta las narices” de Esteban González Pons. Y es que reconocen que el frente de ataque a Gobierno y PSOE por las numerosas vinculaciones de ambos con China, se ve debilitado por el mencionado. Porque, como apuntan en dicho partido, las gestiones de presidentes autonómicos con empresas chinas, especialmente Huawei, se pueden soslayar y disculpar en base a obligaciones institucionales. Pero lo de González Pons, señalan, tiene peor encaje porque “le ha jodido la estrategia a Miguel Tellado”.
Un encaje que no mejora si se tiene en cuenta que el personaje, además, no camina por la vida con perfil bajo. Cuando no promociona una novela, se mete en jardines con declaraciones contra Donald Trump o se firma una tribuna lúbrica sobre sus amores de verano adolescentes en ‘El País’, cuando no se marcha a las tierras de Nicolás Maduro (el narco farlopero para pedirle que se marche y el Narco no le dejó pasar del control de pasajeros)… El ‘verso suelto’ (los hay que son más duros y hablan de una irremediable tendencia a la fatuidad y a la inmadurez, que habría pesado en el hecho de que Mariano Rajoy nunca le contemplase como ministro) anda a lo suyo desde su torre de marfil en el Parlamento Europeo, donde anda bien blindado, económicamente hablando.
Pero esas no son las únicas proezas de Esteban González Pons este verano, al que algunos renombran como:‘Estebitan cuece leches’. Según parece, el político no deja de estar preocupado por sus vinculaciones -familiares incluidas- con el tema chino, e incluso rusas, y estaría intentado desvincularlas de ciertas empresas y apoyos de otros tiempos. Entre medias, desde Vox han encontrado un filón con él y sus vínculos a favor de los intereses chinos. Lo que no deja de ser curioso teniendo en cuenta el silencio del partido de Santiago Abascal, sobre los tiempos en que su factótum, el moroso Julio Ariza Irigoyen (más de treinta millones de euros para pagar a la Hacienda Pública, ¡qué chollo!), emitía propaganda del Kremlin en su canal quebrado y posteriormente adquirido por sus amigos murcianos.
“No conozco un político que haya salido bien. Los que mejor salen, lo hacen a rastras”, llegó a declarar recientemente en una entrevista de promoción de su último libro. Él, de momento, no se ha ido. Ni pinta que tiene.
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