El Palacio de la Zarzuela inicia este nuevo curso con dos importantes incorporaciones en el área de comunicación. Tal y como informó Casa Real el pasado 17 de julio, la jefa de Nacional de Informativos Telecinco, Rosa Lerchundi, se incorpora hoy como nueva directora de Comunicación de la Casa del Rey en sustitución de Jordi Gutiérrez. Asimismo, la periodista Marta Carazo liderará la Secretaría de la Reina en sustitución de María Ocaña, que en junio de este año renunció a su cargo.
Rosa Lerchundi
Con una sólida trayectoria periodística, Rosa Lerchundi se incorpora como nueva directora de Comunicación de la Casa del Rey en sustitución de Jordi Gutiérrez. Su nombramiento supone un paso relevante para el equipo de Zarzuela en un momento en que la institución busca reforzar su estrategia en el ámbito audiovisual y adaptarse a las nuevas dinámicas informativas. Lerchundi llega tras más de tres lustros liderando la sección de Nacional de Informativos Telecinco, cargo que desempeñaba desde 2007
Su carrera profesional comenzó en el País Vasco, en los años más convulsos del terrorismo de ETA, en la agencia de televisión 5W, donde cubrió crímenes que marcaron la historia reciente de España como los de Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica y Miguel Ángel Blanco. Posteriormente, entre 1999 y 2004, se trasladó a Madrid para informar sobre la actividad del Gobierno de José María Aznar y, más tarde, ejerció como corresponsal parlamentaria, relatando la actualidad política desde el Congreso de los Diputados.
Este bagaje le otorga un perfil de periodista acostumbrada a la presión, la gestión de la información sensible y el trabajo en primera línea de la política y las instituciones. Su llegada a la Casa del Rey responde a la intención de modernizar la comunicación de la institución, aportando un enfoque más audiovisual y dinámico que conecte mejor con la opinión pública y con los retos de la agenda mediática contemporánea.
Marta Carazo
La periodista Marta Carazo asume la Secretaría de la Reina en sustitución de María Ocaña, quien renunció al cargo en junio por motivos personales. Su incorporación refuerza la apuesta de Zarzuela por profesionales con experiencia en comunicación audiovisual y un estrecho vínculo con el periodismo de referencia en España. Carazo llega a este puesto tras una extensa trayectoria en Televisión Española, donde desarrolló gran parte de su carrera en el ámbito informativo.
Su relación con la Casa Real no es nueva. Coincidió con Letizia Ortiz en los Servicios Informativos de TVE y más tarde ejerció como corresponsal de Casa Real, cubriendo ya como reina la actividad institucional de doña Letizia. Esta conexión profesional previa, junto a su conocimiento de la agenda monárquica, la convierte en un perfil idóneo para acompañar de cerca a la Reina en su proyección pública y comunicativa.
En enero de 2024 debutó como presentadora de la segunda edición del Telediario, tras regresar a Torrespaña luego de tres años como corresponsal en Bruselas. Durante su etapa en TVE, Carazo también lideró coberturas especiales de gran impacto, como la muerte de un Papa y el cónclave desde Roma, o el apagón eléctrico que obligó a emitir el segundo especial más largo en la historia de RTVE. Su capacidad para desenvolverse en situaciones complejas y de máxima exigencia informativa avala su llegada a La Zarzuela en un rol de gran confianza para la Reina.
Un reto
El relevo en el área de comunicación de la Casa Real con estas nuevas incorporaciones abre un nuevo capítulo que no está exento de incógnitas. La institución ha optado por perfiles con un marcado sello periodístico, curtidos en la presión informativa y con experiencia directa en la cobertura de política e instituciones, una elección que apunta a reforzar la credibilidad y la agilidad en la gestión del relato mediático de la Corona.
La gran pregunta, sin embargo, es hasta dónde podrán llegar en un ecosistema comunicativo donde el margen de maniobra está condicionado por la naturaleza misma de la Casa Real. La transparencia, la conexión con la ciudadanía y la adaptación al ritmo digital serán exigencias ineludibles, pero no está claro si desde Zarzuela se permitirá la flexibilidad suficiente para desplegarlas. Así, el rol de Lerchundi y Carazo dependerá de la capacidad de la institución para abrirse a una comunicación menos rígida y más cercana o, por decirlo de otra manera, de hasta donde les dejen llegar.
Seguiremos Comunicando…
