En la Tierra a domingo, noviembre 30, 2025

PARA PROMOVER LA PAZ Y LA COOPERACIÓN A TRAVÉS DEL DIÁLOGO

Ida y vuelta, de Madrid a Santa Fe: Tres ejemplos de diplomacia contemporánea

LOS LAZOS QUE UNEN A ESPAÑA Y SANTA FE, NUEVO MÉXICO, SON INDESTRUCTIBLES. CULTURA E HISTORIA, PASADO Y PRESENTE, SE ENTRETEJEN EN TIEMPO Y ESPACIO MÁS ALLÁ DE LO TANGIBLE

Cuando llegamos a Santa Fe desconocíamos la dimensión de este viaje. Hoy, nuestro concepto de multiculturalidad y diplomacia contemporánea discurre anejo a sus paredes de adobe terroso, que hablan del legado de una compleja colonización y de unos herederos comprometidos con el diálogo para crear conexiones auténticas con el mundo

De Madrid a Santa Fe, capital del estado estadounidense de Nuevo México, hay 8.310 kilómetros (5.164 millas) y algo más de cuatrocientos años, distancia y tiempo suficientes para recorrer en línea recta una historia –o tres–, que arranca en 1610 con la colonización y continúa hoy con acciones de diplomacia contemporánea, complementarias a la tradicional, tan enriquecedoras como necesarias. Este es un relato que va de interrelaciones indestructibles entre España y Estados Unidos, entre la cultura y la historia, entre el pasado y el presente, entretejidas en tiempo y espacio más allá de lo tangible. De ida y vuelta.

Monday, April 4th, 2022

En el extremo occidental de Cathedral Park, junto a la Catedral Basílica de San Francisco de Asís del centro histórico de Santa Fe, estuvo hasta el jueves 18 de junio de 2020, la estatua del gobernador de Nuevo México entre 1691-1697 y 1703-1704, el madrileño don Diego José de Vargas Zapata Luján Ponce de León y Contreras. Fue retirada en medio de un acalorado debate local sobre su simbolismo colonial, que derivó en violentos disturbios. El mismo desenlace tuvieron una estatua de Kit Carson ubicada cerca del Palacio de Justicia, y el obelisco que hacía referencia a los indígenas como “Indios Salvajes” ubicado en el centro de la Plaza de Santa Fe, justo donde hemos quedado hoy. El Reloj de Spitz, dorado y verde, marca las 12:34 horas. Toca conocer el corazón de la ciudad tras una mañana de profundas emociones.

Una caravana de coches antiguos llama la atención de quienes –como en tiempos de los colonos– nos reunimos allí para hacer vida pública en torno a este colorido espacio diseñado según las Leyes de Indias, siguiendo el patrón urbano de cuadrícula propio de las principales ciudades españolas. Cuatro siglos después, sigue siendo centro estratégico de vida, cultura y comercio. No podemos visitar el Mercado Español que se celebra anualmente en esta plaza porque la cita es el tercer fin de semana de julio, pero sí podemos disfrutar del mercado de artesanos nativos americanos que se sitúa a diario en su lado norte, bajo los soportales de madera vista, al estilo castellano, de la fachada del Palacio de los Gobernadores, un edificio de adobe construido por los españoles en 1610 bajo el mandato del abogado vallisoletano Pedro de Peralta (1610-1614), fundador de la ciudad. Promovidos por el Museo de Historia de Nuevo México, exhiben y venden cerámicas, joyas y textiles elaborados por ellos mismos, con materiales tradicionales como plata y turquesa, de los que están hechos los tres anillos que compré para que lucieran en Madrid las mujeres de mi familia como recuerdo de esta visita.

Esta mañana hemos visitado Gerard’s House, una ONG fundada en 1997 por iniciativa social, gestionada con donaciones de asociaciones civiles y particulares, donde voluntarios brindan apoyo gratuito a familias en duelo, en inglés y español, idiomas oficiales en Nuevo México. Más de diez mil niños y jóvenes han encontrado aquí estabilidad psicológica tras una pérdida grave. Sus historias nos conmovieron, al punto de llorar juntos nuestros propios duelos. La sociedad de Santa Fe, otrora la frontera más lejana del imperio continental español en América del Norte, compuesta en 2025 por 84.000 personas de culturas indígena, española, mexicana, anglosajona e inmigrantes, defiende así espacios de diálogos y encuentros pluriculturales, indispensables en procesos de sanación de traumas, individuales y colectivos, ejemplo de diplomacia ciudadana.

Tuesday, April 5th, 2022

Desde su retirada, la estatua de Diego de Vargas ha estado resguardada en un lugar secreto por razones de seguridad, por eso, no podemos verla, pero la actividad de hoy nos permite entender por qué la figura de este militar español es tan importante en la historia de la capital de estado más antigua de Estados Unidos, y su lugar en la lucha histórica de los santafesinos por la justicia social. La retrospectiva nos lleva a la Gran Revuelta Pueblo (1680) cuando los Indios Pueblo expulsaron a los colonizadores, y a la reconquista (1692) cuando los españoles se reinstalaron en Santa Fe, comandados por el ya gobernador Diego de Vargas. El catedrático de historia John L. Kessell subraya que lo logró sin derramamiento de sangre, a su juicio un triunfo de la diplomacia y la negociación, pero advierte que cuando estallaron nuevas resistencias recurrió a la fuerza militar, mostrando la cara violenta del proceso, más parecida a la barbarie que a la diplomacia. La prospectiva nos lleva a una ciudad que, cuatrocientos años después de su fundación, continúa abanderando en Estados Unidos la defensa de los derechos civiles en un contexto signado por la diversidad cultural. Y allá vamos.

El reloj del minibús que traslada al grupo a las reuniones marca las 13:30 horas, toca visitar la sede de “Somos Un Pueblo Unido” (SUPU), una organización estatal fundada en 1995 por inmigrantes, con una membresía activa de 2.500 personas que promueven la justicia laboral y racial. Su fundadora y directora ejecutiva, Marcela Díaz y su equipo, explican que el objetivo es integrar a la comunidad de habla hispana en el proceso político y electoral, y promover políticas que fortalezcan a las comunidades de inmigrantes. También cuentan que en 2012 abrieron el primer y único centro de trabajadores del estado para organizar y apoyar a los de bajos recursos, indistintamente de su origen, y en 2017 ayudaron a liderar una campaña para fortalecer las políticas de santuario en Santa Fe que protegen a los inmigrantes indocumentados de las deportaciones, convirtiéndolas en las más progresistas del país. Alan M. Webber, alcalde de Santa Fe (2018-2012 y 2022-2025), asiste a las actividades de SUPU y los apoya en sus acciones, tanto como a otras organizaciones que defienden el respeto a las divergencias. El día que ordenó y ejecutó la retirada de la estatua de don Diego de Vargas, firmó una declaración de emergencia y envió un mensaje a través de redes sociales, en YouTube, en su cuenta de Facebook, que reza: “Es hora de dejar de celebrar la violencia y de celebrar la reconciliación en nuestro futuro. Necesitamos escuchar a los jóvenes, retomar nuestras conversaciones comunitarias y mantener la paz. Hemos llegado a un momento de verdad moral. En lugar de acobardarnos ante este momento, debemos aceptarlo. Líderes de las comunidades nativas americanas e hispanas, líderes de grupos religiosos, amigos y familiares nos han llamado a hacerlo. Es algo que debía haberse hecho hace tiempo. Necesitamos dejar atrás los monumentos y pasar página en nuestra historia”.

Desde junio de 2024, la estatua de Don Diego de Vargas forma parte de una exhibición gratuita y temporal del Museo de Historia de Nuevo México, situado en la parte posterior del edificio del Palacio de los Gobernadores. Webber rubricó entonces el plan para que se exhibiera durante cuatro años en un contexto educativo. Un ejemplo de diplomacia local. “Reconocemos el pasado y su trauma, tragedia y dolor; entendemos su legado en el presente. Reconocemos heridas más antiguas y profundas que cualquier otra en este continente. En nombre de aquellos del pasado que no pueden pedir perdón, lo hacemos ahora…”, dice la placa que acompaña la estatua, parte de una proclamación de 2018 firmada por el alcalde junto al presidente del Consejo de Gobernadores de All Pueblo, el presidente de Los Caballeros de Vargas, el Arzobispo de Santa Fe y el presidente del Consejo de la Fiesta. Se puede visitar hasta junio de 2028. Lo que le depare el destino, ya se escribirá.

Wendnesday, April 6th, 2022

Un grupo de seis profesionales españoles, cuatro de ellos de orígenes diversos, versados en temas de inmigración en España, y cuatro intérpretes, asisten a la cena de hospitalidad que les ofrece el diplomático Mark Asquino en su casa, junto a su esposa Jane y algunos amigos. El grupo lleva una semana visitando organizaciones dedicadas a la atención de colectivos migrantes y vulnerables en Albuquerque y Santa Fe para escuchar, de boca de sus protagonistas, cómo lo hacen y explorar posibilidades de colaboración en la materia entre España y Estados Unidos. Es noche de “tapas”, la última de esta agenda neomexicana. Asquino, que habla español, quiere saber de la experiencia. Ha sido embajador de Estados Unidos en la República de Guinea Ecuatorial (2012-2015), única excolonia española en África subsahariana, y ha servido en Venezuela, Panamá y Chile. También ha sido profesor Fullbright de Estudios Americanos en la Universidad de Oviedo, Asturias (1975-1976), y director del Centro Cultural de Estados Unidos en Madrid (1982-1986). Preside, desde finales de 2021, “Global Santa Fe”, una entidad sin fines de lucro dedica a promover el diálogo, la diplomacia ciudadana, el intercambio cultural y la formación de estudiantes como ciudadanos globales; y responsable del ajetreado itinerario de este grupo de visitantes durante las últimas ocho jornadas.

La casa es grande, huele a madera y especias. Parece un museo. Desde 2016, es el hogar que la familia Asquino, después de recorrer el mundo, ha escogido para retirarse. Las paredes, revestidas de blanco y naranja, están llenas de cuadros, espejos y recuerdos de infinitos viajes. Alfombras persas, figuras africanas, prendas asiáticas y cerámicas de Talavera de la Reina comparten espacio con la artesanía de los nativos americanos como los de la Plaza de Santa Fe, creadores de la corbata de bolo que luce Asquino, complemento local de los atuendos formales. Por más de tres horas, el murmullo de una veintena de voces en inglés y español dan calor a la velada. Conversan sobre presidentes de Estados Unidos, ristras de chile seco, populismos en América Latina, Gruet Blanc de Noirs, la escalada de violencia en la República Democrática del Congo, arte y artistas de Nuevo México, la violación de derechos humanos en Venezuela, la Virgen Conquistadora, reyes de España, el recién iniciado conflicto entre Rusia y Ucrania, las misteriosas escaleras de la Capilla de Loretto, la receta de las pizzas que han elaborado los mismos anfitriones para la ocasión… El reloj del horno marca las 21:18 horas, toca despedirse.

Aparentemente inconexos, los temas abordados esta noche son un ejemplo de diplomacia cultural que, en suma, junto a los de diplomacia ciudadana y local, representan el legado de una compleja colonización y de unos herederos comprometidos con el diálogo para crear conexiones auténticas con el mundo, tal y como abrimos el texto y así cerramos: dan sentido a este relato que va de interrelaciones indestructibles entre España y Estados Unidos, entre la cultura y la historia, entre el pasado y el presente, entretejidas en tiempo y espacio más allá de lo tangible. De ida y vuelta.

“He vivido en España. Tengo recuerdos muy gratos y pienso siempre. Ustedes son las personas primeras que han venido de España durante el tiempo que nosotros, mi esposa Jane y yo, estamos aquí. Entonces, otra vez, nada más que esas palabras y como dicen en España: nuestra casa es vuestra casa”.

Mark Asquino. Santa Fe. 6 de abril de 2022

En 2023, fue reconocido como presidente emérito de Global Santa Fe

@prnoticiases

De Madrid a Santa Fe, capital del estado estadounidense de Nuevo México, hay 8.310 kilómetros (5.164 millas) y algo más de cuatrocientos años, distancia y tiempo suficientes para recorrer en línea recta una historia –o tres–, que arranca en 1610 con un complejo proceso de colonización y continúa hoy con acciones de diplomacia contemporánea, tan enriquecedoras como necesarias. Desde la figura de los colonos, entre los que se cuentan Pedro de Peralta y Diego de Vargas, hasta las acciones de diplomacia ciudadana, local y cultural, ejercidas por ONG e instituciones, hablan de esas interrelaciones indestructibles entre España y Estados Unidos, entre la cultura y la historia, entre el pasado y el presente, que se tejen en tiempo y espacio más allá de lo tangible. De ida y vuelta. Son testimonio de esta historia compartida la Plaza de Santa Fe, diseñado según las Leyes de Indias, siguiendo el patrón urbano de cuadrícula propio de las principales ciudades españolas; así como las tradiciones, la arquitectura y la religión, al punto de ser San Francisco de Asís el patrono de la ciudad, debido a la profunda influencia española y la labor evangelizadora de los misioneros en la región. Hoy, muchos cuidan de esta historia, y son un ejemplo de cómo el diálogo promueve la paz y la cooperación. #SantaFe #España #RelacionesInternacionales #EstadosUnidos

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Esta historia ha sido escrita en Madrid, en septiembre de 2025, en honor y agradecimiento al grupo del Internacional Visitor Leadership Program (IVLP) de abril de 2022 sobre “El papel de la sociedad civil estadounidense en la integración de inmigrantes”; a las traductoras; a los coordinadores; y a las personas e instituciones que lo hicieron posible: de Meridian International Center, de la Embajada de Estados Unidos en España y del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

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Los integrantes de este grupo IVLP continúan realizando acciones por la integración de la comunidad migrante en España y reforzando los lazos tejidos en este viaje

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Las fuentes han sido enlazadas en el cuerpo del texto para facilitar su consulta a quienes deseen conocer más sobre Santa Fe y su relación con España

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Texto, vídeo y fotos originales: Carleth Morales Senges

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