Un nuevo estudio ha revelado una conexión alarmante entre el insomnio crónico y el envejecimiento cerebral acelerado, lo que aumenta el riesgo de demencia. Publicada en la revista Neurology, la investigación de la Clínica Mayo sugiere que el insomnio crónico podría ser una señal de alerta temprana de futuros problemas cognitivos, y no solo un factor de riesgo.
El estudio siguió a 2,750 adultos mayores cognitivamente sanos durante casi seis años. Aquellos con insomnio crónico —definido como dificultad para dormir al menos tres noches por semana durante tres meses o más— tenían un 40% más de probabilidades de desarrollar demencia o deterioro cognitivo leve. Esto equivale a un envejecimiento cerebral adicional de tres años y medio en comparación con quienes duermen con normalidad.
El insomnio no solo acelera el deterioro de las habilidades de pensamiento, sino que también provoca cambios físicos en el cerebro. Los investigadores encontraron que las personas con problemas de sueño presentaban un mayor daño cerebral y acumulaciones de placas amiloides, proteínas vinculadas a la enfermedad de Alzheimer. Este daño era similar al observado en personas portadoras del gen APOE4, que aumenta el riesgo de padecer Alzheimer.
El neurólogo Diego Z. Carvalho, autor principal del estudio, enfatiza que estos hallazgos refuerzan la idea de que el sueño es vital para la recuperación del cerebro, no solo para el descanso. El insomnio afecta al cerebro de múltiples maneras, dañando tanto las placas amiloides como los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro.
Dada la prevalencia del insomnio, que afecta a alrededor del 16.2% de la población mundial, y la demencia, que afecta a 57 millones de personas, el estudio subraya la urgencia de tratar el insomnio crónico. Como concluye Carvalho, “este último estudio refuerza la importancia de tratar el insomnio crónico, no solo para mejorar la calidad del sueño, sino también para proteger la salud del cerebro a medida que envejecemos”.
Seguiremos Informando…









